La comunidad de los municipios de Manatí y Candelaria, junto a sus corregimientos de Leña y Carreto, en el sur del Atlántico, se enfrenta a una seria crisis por la escasez de agua potable, debido a los bajos niveles registrados en el Canal del Dique en los últimos días.
Según reportes de los residentes, la situación es especialmente grave en la cabecera municipal y en el corregimiento de Leña, que aún carece de un acueducto formalizado. Clorys Machacón, habitante de Carreto, expresó su preocupación por la falta de suministro, destacando que la ausencia de agua impacta negativamente en las actividades diarias de la comunidad.
«A pesar de que la empresa Aqualia ha enviado carrotanques para mitigar la situación, la gente se queja porque los vehículos no llegan a todas las zonas», afirmó Machacón. Agregó que, aunque cuentan con albercas para almacenar agua, la interrupción en el suministro ha afectado significativamente la vida cotidiana de los residentes.
La falta de agua no solo impide la realización de actividades básicas, sino que también genera preocupación entre los habitantes, quienes pagan regularmente por el servicio pero no reciben el suministro de manera constante.
Los esfuerzos de mitigación por parte de las autoridades y la empresa de acueducto son insuficientes para satisfacer la demanda en todas las áreas afectadas. Se espera que las autoridades tomen medidas adicionales para abordar esta emergencia hídrica y garantizar el acceso equitativo al agua potable en la región.
