Jaime Jiménez Vides: «el Coloso» aún vigente

Jimmy Scopell, fue quien realizó las más importantes fotografías de Santa Marta, El Rodadero, río Magdalena y Barranquilla, su hijo “Quique” Scopell, a quien le gustaba el béisbol, le preguntaron qué opinaba sobre las narraciones de Jaime Jiménez Vides y él dijo que era eso, un coloso.

Pocos saben que el escritor Álvaro Cepeda Samudio también fue patrocinador deportivo, contaba con el respaldo de Cerveza Águila, y con esa gran influencia en 1964 envió a una elite de periodistas que narraron la disputa del título mundial entre Bernardo Caraballo y Eder Jofre, los elegidos fueron: Chelo de Castro, Mike Smuchlson y Jaime Jiménez.

El gigante de la radio tiene más de “setenta y pico” de años en los medios, hace mas de 40 años vive en la misma casa y hace más de 20 años no cambia el número de teléfono fijo y mucho menos su número celular. En la actualidad emite su programa Onda Nueva Impacto por Radio Libertad “faltando un cuarto para las seis de la tarde”.

Su bachillerato lo terminó el glorioso Colegio de Barranquilla en una época en donde beisbol estaba en pleno apogeo, mientras tomaba fuerza los primeros años de la Liga del Beisbol colombiano con Willard de Barranquillas y Torices e Indios Cartagena, en el equipo de futbol del colegio de Barranquilla se formaban jugadores como Efraín “Caimán” Sanchez y Marcos “olímpico” Coll.

Como un anuncio para no ser interrumpido, contesta la llamada: “Ahora vamos a Santa Marta”. y continúa reseñando con lujos de detalles los instantes previos, durante y después de la pelea del titulo mundial.

“Caraballo peleo con Eder jofre por el titulo debido a que, en el coliseo Tomás Arrieta, Águila facilitó la presencia de “chucho” Hernández de México, ahí clasificó Caraballo para disputar el título mundial. Fuimos a la pelea de Caraballo- Jofre, enviado por el mejor escritor costeño, Álvaro Cepeda Samudio, el autor de la casa grande”, comentó Jiménez Vides en dialogo con PRENSA NEWS.

Según recuerda, transmitieron Radio Libertad, Atlántico, Kalamary, Emisoras Unidas y un grupo de Emisoras Fuente, habían entre 14 y 20 emisoras.

“Desde que Caraballo llegó a Bogotá lo estábamos siguiendo y observamos que no había hecho un buen trabajo de entrenamiento, llegó pasado de libras y le tocó rebajar más de 12 o 14 libras en tres días, eso lo debilitó profundamente”. Reseñó

“Llegó bastante debilitado, no se notó si no hasta cuando la pelea iba en el tercer round, perdió la agilidad de hacer el juego de piernas. Nunca se pudo establecer porqué Bernardo tenía tanta indisciplina, pero la tuvo que rebajar corriendo. Sócrates Cruz, su manejador, lo advirtió, pero la pelea ya estaba programada, firmada y seria televisada para toda América”.

Como si el primer combate de boxeo por título mundial que se dio en Colombia hubiese sido ayer, comenta que aquella ocasión fue una noche fría, el reloj marcaba las once de la noche cuando Chelo de Castro anuncia que les faltaba más abrigo. En el ring side, justo al lado de la campana, hacían fuerza paraque ganara Caraballo pero había un Eder Jofre gigantesco y fulminante con los golpes.

“A Caraballo le tocó subir bastante débil, Chelo me metió el codo en la costilla en el séptimo y me dijo: este no aguanta uno más y ahí cayó Bernardo” .

De aquel instante solo quedó una grabación guardada que se perdió en la historia junto a una entrevista realizada a Edson Arantes do Nascimento, conocido como Pelé, en el año 1964 en la base naval.

“Era material muy valioso”, recordó con un poco de nostalgia.

Sobre las comparaciones deportivas afirma que cada época tiene al mejor dependiendo del espacio-tiempo, en beisbol lo impresionó un pelotero por la cantidad de morisqueta en sus presentaciones, se trataba de Carlos Petaca Rodriguez, quien hizo parte de la novena que ganó la Serie Mundial de Béisbol de 1947, y donde por vez primera Colombia se alzó con un título universal. En el boxeo, sin pensarlo dos veces aseguró rotundamente: Bernardo Caraballo.

“Para mí era Bernardo, además, era un hombre de un humor excelente, se burlaba de todo mundo, le llamaba pelipellejo a los periodistas, era un hombre excelente y por eso su muerte la estoy lamentando con mi gente aquí en la casa», confesó

De aquel sonido de la campana y el tecleo de la maquina de escribir con el que ambientaba sus programas solo queda el silencio y en ocasiones un sonido poco audible, aquella popular campana que ejecutaba previo a entregar la hora en cada programa, quedó guardada en los estudios originales, lo que no guarda y sigue vigente son sus deseos y frases con la que despide a su basta audiencia.

“El estímulo mío es que la virgen los acompañe. En la cafetería, como habla la gente, donde habla la gente”.

Por: Mary Sánchez

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