El muro que rodea a Palmar de Varela

No es un muro cualquiera. Este, no lo hicieron con asfalto y pedriche. Por el contrario, está formado con barro natural. Tampoco utilizaron una maquinaria buena; si acaso un tractor y una catapila bastaron para el trabajo. Este es un muro casi “medio medio”, según dice Edelmiro Escorcia de 62 años, quien ha vivido toda su vida en Palmar de Varela y teme que algún día, no lo quiera Dios, el agua alcance su mayor proporción y termine inundando a todas las personas que viven cerca del muro; en la calle 1 y en la calle 2.

La incertidumbre es normal para las personas que viven en estas calles. La alcaldía de Palmar de Varela las tiene registrada como zonas de riesgo, porque son los sectores que están por debajo del muro. El miedo, también lo percibe la Gobernación y Gases del Caribe que se cohíbe a instalarle gas a la calle 1. “La realidad es que estamos ante un muro inseguro” —afirma con certeza— Edelmiro Escorcia.

Los palmarinos desembolsan anualmente una suma considerable de dinero cuando se acerca la ola invernal para que el agua que reposa delante del muro sea evacuada mediante motobombas. El gasto de ACPM y gasolina es asaz. Edelmiro Escorcia, determina la situación: “como el problema de nunca acabar”. Y aunque sabe, que siempre es lo mismo, tiene que ceder porque de no ser así, se causaría una sobre sedimentación infausta como la ocurrida hace 48 años.

En su memoria recuerda ese día en el que presenció la creciente más larga y catastrófica de su vida. La misma que marcó la historia de Palmar de Varela en un: antes y después del muro. La tromba de agua sin igual que, Edelmiro Escorcia, alude con un sentimiento de tristeza y euforia, es un dolor de hace tanto tiempo y del que no se ha podido liberar completamente, porque las escenas se reproducen una y otra vez, cuando se le pregunta por el muro.

1970 todo lo que estaba bajo el agua se perdió

Edelmiro Escorcia recuerda cómo le toco vivir el vendaval más devastador de su vida en el año 1970. Un sonido fuerte y espantoso le hizo abrir los ojos. “Pensé que era un aguacero normal, de esos que demoran entre una o dos horas”, expresó.

No obstante, esa noche lo perdió todo, entre esos: los cerdos y gallos. El huracán denominado el “Joan”, había arrasado con su vivienda. “Y por poco termina desapareciendo a Palmar de Varela en 48 horas de lluvia”, lamentó Edelmiro.

El muro

Los palmarinos hicieron un muro con sacos de arena que estaban muy afuera de la ciénaga, exactamente a unos 600 metros. No siendo útil, diseñaron una trinchera con barro natural, la cual ubicaron a unos metros de la ciénaga. Y finalmente esta, por más de 40 años ha protegido al pueblo de inundaciones catastróficas. Pero este, no es el único que hay. “Todo el pueblo se encuentra atrincherado por medio de montañas de arena”, dijo Edelmiro.

Los habitantes se han comprometido a tener el muro en buenas condiciones para que no sufran cuando llegue la temporada invernal. Sin embargo, Edelmiro Escorcia, describe que siendo un muro alto, cuando llueve el agua toca el borde; “el pueblo se ve por debajo, y el agua en la parte superior”, afirma. Para nadie es un secreto que este es un muro que en cualquier momento puede llegar a su fin, “es como una galletica de soda, que una fuerza natural se lo lleva” resaltó.

Las motobombas

Edelmiro Escorcia, continuaba hablando como alguien que quiere ser escuchado; “no se pueden tapar las verdades”, señaló.

El Gobierno de Palmar de Varela, le da a la población las motobombas que necesitan para evacuar las aguas que reposan en el casco urbano. “Claro, que no todo es como parece ser, porque vaciar las aguas significa gastar un dineral. No sabemos si es el Gobierno Central quien otorga la plata, o, si es el pueblo quien sale afectado pagando por una situación que no nos corresponde”, dice Edelmiro Escorcia.

Actualmente Palmar de Varela tiene una motobomba fija ubicada cerca del muro, que solo funciona cuando llega la ola invernal. Edelmiro, manifiesta que existe la posibilidad de acabar con este desgarrante problema de las motobombas, “si la Gobernación y los mandatarios de Palmar, hacen unas compuertas para que el agua salga por su propia cuenta evitaríamos los gastos extremos de ACPM y gasolina que tiene el municipio” indicó.

Son invasiones que no deberían estar ahí

Virgilio Barrios, secretario de planeación del municipio de Palmar de Varela, señala que “el muro se encuentra reforzado y que además, se están agilizando proyectos para que a futuro no se registren inundaciones.”

En el nuevo esquema de ordenamiento territorial, según Barrios, se contempla que estas personas que viven en zonas de alto riesgo, no deberían estar ahí.

“Eso debería estar deshabitado, son invasiones” añadió el funcionario

No obstante entre las calles 1 y 2 siguen habitando familias, quienes se encuentran muy cerca del muro.

Por: Liz Castelar

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