Comerciantes reubicados en el Centro Histórico notan mejorías en sus ventas

Los artesanos de la Esquina del arte y de las cocineras son parte del proceso de la recuperación del espacio público del Centro de la ciudad, quienes ahora se encuentran en las galerías comerciales Robertico y San Nicolás, espacios que fueron restaurados para que los vendedores ejerzan allí sus actividades comerciales.

La Esquina del arte hace parte del proyecto de renovación y recuperación del Centro histórico de Barranquilla, que contempla protección del patrimonio, rescate del espacio público y desarrollo económico.

“Los artesanos de la Esquina del arte han tenido una gran transformación desde su reubicación, al tiempo que ha mejorado la estética de la zona. El espacio que se ha generado para ellos es visible y asequible, agradable para sus clientes”, dijo el secretario de Control Urbano y Espacio Público, Ángelo Cianci.

Lo anterior, lo comprueba Eduardo Arias Blanco, uno de los artesanos que ocupa la renovada esquina ubicada en el Paseo Bolívar con calle 39, quien manifestó estar “más feliz que nunca” porque cada día los barranquilleros visitan el Centro.

“Es un acierto este lugar. Los clientes volvieron y nos han traído más, porque hay comodidad, seguridad, tenemos todos los servicios, un espacio digno para trabajar y de mostrar. Ya no somos un problema ni estamos pensando en que nos van a sacar”, contó el artesano con 36 años de experiencia.

Son 34 artistas que ofrecen trabajos en icopor, madera, muralismo, entre otros, los beneficiados con la transformación de esta esquina de 450 metros cuadrados dotada de mobiliarios diseñados especialmente para el trabajo manual, con puntos hídricos, baños y zonas verdes.

La felicidad del artesano Arias es muy similar a la del cocinero Johnny Meléndez, quien después de 11 años de estar en el llamado ‘Callejón del meao’ se convirtió en uno de los beneficiados en ocupar un lugar con sus delicias gastronómicas en el tercer piso de la galería comercial San Nicolás, donde atiende a su vieja y nueva clientela en su puesto de comida ‘El pulpo’.

“Pasaron muchos años, pero la espera valió la pena, porque hemos llegado a un lugar maravilloso, donde podemos trabajar dignamente, atender bien a nuestros clientes y todo gracias a este gran proyecto del Distrito”, anotó Meléndez.

Para incentivar a la clientela a visitar estos espacios se realizan por temporadas algunas activaciones como en el caso de las cocinas donde se promueven festivales gastronómicos.

Según el Distrito, se calcula que entre este año y 2023 serán reubicados al menos 4.000 vendedores de la zona del Centro de Barranquilla.

Ya se han recuperado 2.200 metros cuadrados.

Capacitación permanente

El proyecto de recuperación y revitalización del Centro histórico viene acompañado de jornadas de capacitación del Distrito para los vendedores, con el propósito de mejorar legalmente sus negocios y atención al público.

En ese sentido, las cocineras han venido recibiendo capacitaciones de buenas prácticas de manipulación de alimentos, dictadas por el SENA.

Igualmente, se les ha brindado asesorías con entidades bancarias para que conozcan ofertas de servicios financieros, así muchos de estos vendedores hoy ya hacen sus transacciones comerciales a través de transferencias digitales, además de incentivarlos en el tema de la cultura del ahorro.

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