Una década sin el guitarrista flamenco Paco de Lucía

Diez años después de su muerte, la estela del guitarrista flamenco español Paco de Lucía sigue brillando entre sus compañeros y admiradores, los ecos de su legado siguen sonando de Nueva York a Bogotá, nuevos libros tratan de descifrar su figura y su ciudad natal, Algeciras, avanza en la construcción de su museo.

Un inesperado infarto que sintió, el 25 de febrero de 2014, cuando jugaba con su hijo pequeño al fútbol en Playa del Carmen (México), acabó con su vida a los 66 años. “Paco de Lucía ha muerto muy joven, pero ha vivido tres vidas al menos”, escribía entonces el productor Javier Limón. 

Su ciudad natal, Algeciras, se ha propuesto recorrer esa intensa vida en el Centro de Interpretación ‘Paco de Lucía’, un proyecto que, tras sucesivos retrasos, prevé ser inaugurado este año. 

“Nosotros teníamos claro que queríamos que fuese lo primero que se hiciera, que la primera casa de Paco de Lucía fuera en su tierra”, explica a EFE su hija Casilda Sánchez Varela, que estos días trabaja en los textos que habrá en los seis espacios de este centro: ‘El hijo de la portuguesa’, ‘El dueño de la guitarra’, ‘Genio del Flamenco’, ‘Algeciras es música’, ‘Guitarrista del mundo’ y ‘Paco en imágenes’.

Con un presupuesto de 1,2 millones de euros, el centro ocupará un antiguo palacete y contará con un auditorio anexo. 

La Fundación Paco de Lucía, alentada por la familia del guitarrista, ha donado “un montón de fotos, un montón de discos, el traje con el que recogió el premio Príncipe de Asturias, el del Doctor Honoris Causa de Cádiz, cuatro o cinco guitarras”, entre otros objetos, según Casilda Sánchez.

Su hija es presidenta de la entidad, que, entre sus muchos proyectos, planea realizar una exposición inmersiva y poner en marcha un archivo digital. 

“No nos ha dado tiempo. Vamos peldaño a peldaño para que todo vaya saliendo bien. Nos apetece mucho hacer un centro vivo, un ecosistema para crear talento y ayudar a la gente que está empezando a difundir el flamenco, porque es verdad que, a lo mejor, la gente joven no puede pagar el precio de un tablao. Hay que crear los cauces para que eso suceda”, cuenta su hija mayor.

La fundación tiene como objetivo difundir el legado del legendario artista de la guitarra. 

“Entre la gente de su generación, él es incuestionable, pero, entre la gente más joven, sí es importante que se siga escuchando su música para que siga siendo (…) un punto de partida. Yo estoy harta de ver vídeos en Youtube que me mandan de jóvenes que, de repente, se ponen ‘Entre dos aguas’, gente de todo el mundo y ves en su cara cómo flipan. Creo que su música tiene la capacidad de conectar con la sensibilidad de todo el mundo, da igual la edad o de donde sea”, explica.

En América y España

El décimo aniversario de su muerte ha impulsado festivales en Nueva York y Bogotá.

El pasado martes, con una gala en el Carnegie Hall de Manhattan en la que participaron una treintena de cantantes, músicos y bailaores, entre ellos Rubén Blades, Madou Diabate o José Mercé, se abría el festival ‘Paco de Lucía Legacy’, que hasta el próximo sábado recorre varios escenarios de la ciudad de los rascacielos.

Y la segunda Bienal de Flamenco de Bogotá se celebrará este año del 24 de febrero al 2 de marzo, dedicada a Paco de Lucía. 

El 25 de febrero acogerá el espectáculo ‘Por Paco’, un homenaje que recuerda el álbum ‘10 de Paco’ (1994), en el que intervendrán algunos de los artistas que lo acompañaron en aquella ocasión; y el 2 de marzo, ‘The Paco Project’, que reúne a la banda que acompañó al guitarrista en la última década de su carrera.

El Festival Flamenco de Jerez (España) también se inaugurará este año con el homenaje que le ha dedicado la bailaora Sara Baras, un espectáculo titulado ‘Vuela’, y con el que también celebra los 25 años de su compañía. 

Dos nuevos libros

La efeméride también ha sido la ocasión de dos nuevos libros sobre el guitarrista.

En ‘El enigma de Paco de Lucía’ (Lumen), el periodista César Suárez esboza un retrato cercano del guitarrista que rompió casi todos los techos de cristal del flamenco. 

En el ensayo ‘Paco de Lucía. El primer flamenco ilustrado’ (Almuzara), basado en 21 entrevistas, Manuel Alonso Escacena aborda la magnitud intelectual y artística de un hombre que publicó casi treinta discos, murió lleno de proyectos y, en una ocasión, al ser preguntado en una entrevista, dijo que él estaba rompiendo “las formas, no los moldes” del flamenco.

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