El Festival Gabo se trastea para Bogotá este año y será la primera vez, desde 2013 cuando empezó, que se realizará fuera de Medellín.
Jaime Abello Banfi, director de la Fundación Gabo, explica que la pandemia tuvo un impacto importante, y que pensando en celebrar los 40 años del premio Nobel que Gabriel García Márquez recibió en 1982, se les ocurrió experimentar una idea: hacerlo itinerante.
A eso se suma, dice él, que si bien Medellín tiene el ánimo de ayudar, en tanto recibieron una oferta del área de comunicaciones de la Alcaldía, que les proponía un aporte técnico y de espacio, es claro que se necesitan recursos económicos para hacerlo posible. Además de lo técnico requerían apoyo económico.
Abello Banfi explica que el Festival es un proyecto complejo que necesita juntar recursos económicos privados y públicos (en las ediciones pasadas se juntaron Bancolombia, Sura y la Alcaldía), porque además de las charlas y las actividades, con sus invitados y talleres, tiene el Premio Gabo, y hay unos elementos de planeación y producción que se toman un año.
Así que mientras “se crean de nuevo las condiciones institucionales propicias para volverlo a hacer en Medellín”, el espacio central de este 2022 será el Gimnasio Moderno, y se realizará del viernes 21 al domingo 23 de octubre. Allá también será la ceremonia de premiación.
El director de la Fundación Gabo señala que en Bogotá han cambiado la estrategia para construir el proyecto, han trabajado en varias alianzas extendidas, incluyendo el apoyo de la Secretaría de Cultura de la ciudad. Precisa que están muy agradecidos con el Gimnasio Moderno, porque con su apoyo se han convertido en un socio importante para hacer posible esta edición.
LOS INICIOS
El Festival Gabo empezó en 2013, con el Premio Gabriel García Márquez, que fue la excusa para reunir en Medellín a periodistas y escritores como María Teresa Ronderos, Jon Lee Anderson, Martín Caparros, Jean-François Fogel y Sergio Ramírez.
Desde ahí fue creciendo cada año, con la propuesta de ser un festival de ciudad para periodistas y ciudadanos, con Medellín como anfitriona y tres días de actividades gratuitas entre las que se incluyen temas que inquietan el periodismo de Iberoamérica, debates sobre proyectos periodísticos innovadores, conversaciones y maratón de los finalistas del premio.
Hasta 2019, antes de la pandemia, se realizó cada año de forma presencial. Justo esa edición la fundación cambió de nombre, de FNPI a Gabo, y sumaron al festival 15.000 asistentes, 113 actividades, 92 invitados internacionales, 68 nacionales, 21 talleres sobre periodismo, con un freepress para la ciudad de más de 8.000.000.000 de pesos, en 624 notas que aparecieron en medios de comunicación entre nacionales y extranjeros, según cifras de la Fundación.
En 2020 y 2021 el festival y el premio se hicieron virtuales, con buenos resultados: en el primer año de la crisis por el coronavirus, en dos meses de actividades en digital, se inscribieron 16.000 personas en 25 actividades.
Jaime Abello Banfi dice que no descartan la idea de regresar a Medellín, pero que por ahora comprenden que la pandemia tuvo un impacto y los festivales como este no necesariamente son prioridad.
De ahí que la idea de hacerlo en la capital del país, precisa, sea una decisión con autonomía y buscando una nueva experiencia presencial. Por ahora ese es el experimento que harán, ya después revisarán qué funciona mejor.
“La Fundación seguirá comprometida con Medellín. No cabe duda de que el experimento de la itinerancia resultaba muy atractivo. No diría que es algo definitivo, pero queremos hacer la prueba”.
El director comenta que el vínculo con la ciudad sigue y que esperan tener en esta edición a varios invitados de la ciudad en Bogotá y convoca a las personas a sumarse y participar de las actividades.
