¿Se repetirá la historia de Colombia en la Copa América?

Parece que Colombia está destinada a realizar eventos de forma atípica.

En el 2001, cuando nuestro país tuvo la oportunidad de ser sede de Copa América, Argentina había renunciado a participar debido a las condiciones de seguridad pues meses antes del inicio del torneo, mientras se negociaban los acuerdos de paz entre el Gobierno de Colombia encabezado por Andrés Pastrana y las FARC, ocurrió un atentado en Medellín el 11 de enero de 2001. Esa ciudad iba a ser sede del Grupo C que integraba Argentina.

Ante la serie de atentados, Conmebol notificó su preocupación a la Federación Colombiana de Fútbol y le solicitó al Gobierno garantizar la seguridad del evento.

Luego el 25 de junio las FARC secuestraron a Hernán Mejía Campuzano, vicepresidente de la Federación Colombiana de Fútbol. El directivo fue liberado dos días más tarde y Conmebol tenía decidida la suspensión o el cambio de la sede.

Luego de aquel episodio Pastrana afirmó: «Quitarnos la Copa América es el peor atentado».

La historia se repite bajo un contexto diferente. No se habla de las muertes a manos de las FARC si no de los 30 decesos que han empañado las marchas convocadas por sindicatos y centrales obreras en contra de la reforma a la salud.

Ya no se habla que no realizar el evento sería un atentando si no que en palabras del actual mandatario, “sería absurdo no hacer la Copa América en Colombia”

Nuevamente se deja de cumplir la regla de oro que fue mencionada en la locución presidencial más recordada de la historia del país: «servir a Colombia y no Colombia a la multinacional mundial». Estas palabras fueron mencionadas por el entonces presidente Belisario Betancur cuando anunció que el país renunciaba a ser la sede del mundial de 1986.

Mientras crece la tensión social, el organismo que rige el fútbol sudamericano evalúa las situaciones locales de ambos anfitriones, pero no está en consideración la posibilidad de quitar de la organización a alguno de los dos países.

Por ahora se adelantan trabajos de adecuación y se potencia el sistema lumínico de los estadios de Bogotá, Barranquilla, Cali y Medellín, elegidos para el evento. Aunque el paro nacional es indefinido, se espera que todo regrese a la normalidad del 11 de junio y el 10 de julio de 2021, época en que se tiene programado el cotejo.

De realizarse, será la segunda Copa América que organiza Colombia en medio de tantas dudas: la primera fue tan atípica que la ausencia de Argentina, y la presencia de la suplencia de Brasil hizo que Colombia fuera campeón en medio de la adversidad.

Por: Mary Sánchez

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