Analizar los entuertos de la política -y sus insanos procederes- sin la debida precaución, es considerado un ejercicio de alto riesgo en Colombia. Y, quien camina esos laberintos de manera desprevenida, es víctima segura del campo minado de la polarización ideológica.
Claro, porque sobrevivimos en un país en donde pensar y hacer partido, te hace de ultraderecha o mamerto. Y, pensar sin ejercer el ejercicio callejero te hace un tibio, y entras a ser víctima irresoluta del matoneo mediático. En cualquier esquina tertuliara te emboscan.
Entonces, mientras los lideres de la ultraderecha e izquierdistas -de mochila al hombro- mandan al carajo sus antecedentes, y se juntan, a la vista de todos, para hacer sus acuerdos -convirtiendo las banderas de sus partidos en ripios de colorines- en las redes sociales, los activistas de a pie se miran desconcertados y no saben qué hacer.
Frente a eso propongo tomar una decisión sabia. Consultemos dos minas de sabiduría infalibles: La historia de la política del mundo con sus pensadores y los confrontamos con la sabiduría popular-ancestral de Colombia. Allá, en el pensamiento de nuestros abuelos, para navegar seguros en medio de esta tormenta.
El contexto de los últimos -e increíbles- acontecimientos es el siguiente:
Roy Barreras, barón político de muchos partidos -severamente cuestionado por su dilatada carrera, ahora presidente del Congreso- juró amor eterno a Gustavo Petro Urrego, presidente que representa la izquierda romántica de Colombia, pero se niega a abandonar los viejos hábitos politiqueros que le dieron renombre en la historia reciente del país. Bien.
Roy -aparentemente- tiene libertades sin límites para nadar en las aguas de la promiscuidad populista. Tanto así que fundó el partido político “La Fuerza de la Paz”, cimentado en los soportes ideológicos de la izquierda democrática, pero actuando con los mismos hábitos cancerosos de la política tradicional y, todo, en nombre del Pacto Histórico.
Desde ya se multiplican las fotos promeseras y los juramentos de fidelidad incierta con lideres de la vieja escuela como Juan Manuel Santos, Mauricio Cárdenas, Dilian Francisca Toro, Emilio Rey, Dumek Turbay, Rodrigo Villalba y otros de todos los rincones del país.
En este sentido el mensaje para el departamento del Atlántico no es nada agradable, pues -el mismísimo Roy Barreras- oficializó apoyo a la ambición de Alfredo Varela, de ser gobernador de este litoral. Si, Alfredo Varela De la Rosa, el que -hasta hace poco- se vistió de camaleón visitó tres casas políticas distintas, de derecha, buscando apoyo a su descarado deseo de ser gobernador del Atlántico. Y luego, al ser rechazado, viró a la izquierda sin bajar la velocidad, hasta encontrar protección en los brazos del desmemoriado Roy Barreras, quien ahora desea imponerlo en el Pacto Histórico del Atlántico, sobre la enclenque oposición del hijo del presidente Gustavo Petro.
El mismo Alfredo Varela De la Rosa, que hasta hace poco fue ninguneado por la familia Char -cuando, en las elecciones pasadas, pretendía ser candidato a la alcaldía y luego a la gobernación del Atlántico con el apoyo de Cambio Radical- y lo dejaron con el discurso sobre la tarima, para dar apoyo a Eduardo Verano De la Rosa, quien -a la postre- fue gobernador.
El mismo al que los lideres políticos de la Costa Caribe describen como “un tiro al aire”, cuando lo califican como peligroso porque es un escurridizo camaleón, sin trabajo político para mostrar, solo una hoja de vida gris -opacada por su paso por FINDETER y Cormagdalena – inseguro por su falta de carácter, y por su desmedida promiscuidad política.
Pues Roy Barreras, dueño de una trayectoria política en la que se muestran mil y más abrazos con liberales -en todas sus tendencias- conservadores -de todos los pelambres- de centro y toda su gama de colores, y ahora jurando lealtad con un presidente de izquierda, le da la bienvenida a este joven inseguro, que parece ser su hijo no reconocido.
Esta “jugadita” de Roy Barreras, quien desea pasar por encima de las directrices del movimiento en el Atlántico, dinamitó la invisible fortaleza política del Pacto Histórico en el Atlántico dirigido por Nicolás Petro. El hijo del presidente tiene en Máximo Noriega, un líder de izquierda natural, con una hoja de vida plenamente reconocida por la sociedad atlanticense, como candidato de convergencia en el partido.
Roy Barreras, un viejo zorro en estas lides, quiere enturbiar las aguas y pide una consulta popular para escoger candidato -en donde él nada como pez en el agua, para elegir a Varela- pero Nicolas le dice “no te vistas que no vas” y desea escoger el candidato del Pacto en asamblea nacional.
Para entender esto repasamos a los más importantes pensadores políticos de la historia de la humanidad. Sus frases cortas y determinantes aclaran el pensamiento y muestran luz sobre el ejercicio político en la historia, pero el pensar extraído de la sabiduría popular, claro, corto, certero, y profundo, es determinante:
Ejemplo, el abogado, dirigente político y ex ministro español Francisco Romero Robledo (1838-1906), define esta mezcolanza con una frase cerebral: “En la aritmética política, dos y dos no son jamás cuatro”.
Una de las que más se ajusta a nuestra realidad la escribió Guy Mullet, líder de la Internacional Obrera de Francia. Socialista hasta los tuétanos, quien dijo: “La coalición es el arte de llevar el zapato derecho en el pie izquierdo, sin que salgan callos”.
Enrique Tierno Galván (1918-1986), sociólogo y jurista, ex alcalde de Madrid, sabía a qué atenerse al tratar con la clase política de España. Frente a este riesgo escribió: “En la política se está en contacto con la mugre, y hay que lavarse para no oler mal”.
Aristóteles -filósofo griego- de histórica influencia en el pensamiento político universal, fue más parco y muy simple. Pero hay que analizar con detenimiento su mensaje para calificar a los políticos traviesos: “El hombre es, por naturaleza, un animal político”.
Pero el concepto extraído de la sabiduría popular costeña es lapidario frente a las atrevidas locuras de Roy Barreras y su nuevo hijo bobo Alfredo Varela: “Los burros se buscan para rascarse”
