Reactivación económica vs Covid-restricciones

Gremios de la producción consideran que autoridades locales no deberían aumentar medidas anti-covid en época de Semana Santa, pero el Gobierno Nacional advierte que no se puede repetir otra ola de contagios como la ocurrida en diciembre.

¿Una cosa o la otra?, esa parece ser la gran incógnita en este nuevo estado de incertidumbre, ahora motivado por el lento proceso de vacunación que ubica a Colombia entre los países que registran mayor retraso en la aplicación de la primera dosis de la vacuna contra el covid-19 – inclusive – entre la llamada primera línea de batalla o población médica.

Hasta el momento la promocionada y también necesaria reactivación económica, sin embargo, parece ir en contravía con los propósitos igualmente necesarios de frenar los contagios y/o muertes a causa de la pandemia por Coronavirus declarada hace un año por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ciertamente, la asfixia económica se siente en todas las actividades comerciales. Tanto en los sectores formales como en los informales, el bajón en el consumo por las prohibiciones del servicio presencial ha pasado factura, aunque en estos primeros meses del nuevo año se note alguna recuperación progresiva pero igualmente lenta e incierta.

En la temporada de fin de año vimos inundados los centros turísticos en ciudades como Cartagena y Santa marta, y las consecuencias fueron evidentes, más allá de las recomendaciones para no bajar la guardia con el uso del tapabocas, el lavado de manos y  el distanciamiento físico.   Si hay aglomeraciones el riesgo es igual.

Igual de notoria se hizo la asistencia de público en las grandes superficies o centros comerciales ante el levantamiento del pico y cédula o la reapertura de restaurantes, sólo por citar uno de los sectores que, con todo derecho, reclamaba la flexibilización de las medidas para poder reactivar sus negocios, aunque aplicando y exigiendo  todas las medidas de bioseguridad.

En ese orden de ideas, el Comité Intergremial del Atlántico, presidido por Efraín Cepeda Tarud, solicitó que “las autoridades locales evalúen no decretar medidas restrictivas durante la Semana Santa 2021”, como una forma de apostarle a “la más fácil reactivación del turismo en esta zona del país para contribuir así a la  rápida reactivación económica”.

Recordemos que en 2020 todas las actividades religiosas del cristianismo durante la Semana Mayor fueron realizadas de manera virtual. Ahora bien, ¿tal reactivación supone la apertura total de iglesias y templos? Y ¿decidir viajar por placer o descanso no representa igual riesgo si lo que se pretende es evitar otra ola de contagios?

Ahora bien, en ciudades intermedias, por ejemplo, donde es evidente que siguen en aumento los contagios y las muertes por covid-19, sus autoridades locales argumentan que la apertura del comercio con las debidas medidas de bioseguridad no es la real causa del problema, y en cambio sí lo atribuyen a la marcada indisciplina e irresponsabilidad social y muestran las mal llamadas covid-fiestas como la evidencia más contundente. Entonces no tratemos de ocultar el sol con las manos. En nuestra sociedad también se confunde la Semana Santa con la mal llamada “Parranda Santa”, que hasta la  misma iglesia ha criticado, y tampoco es menos cierto que estamos muy lejos de alcanzar los índices de vacunación que puedan dar la sensación de protección o inmunización suficiente para relajarnos en tiempos de recogimiento.

Por: Freddy Gutiérrez B.

Scroll al inicio