Personas antes que futbolistas

La tarea de un cuerpo técnico es mostrar personalidad para exigir al jugador el máximo rendimiento, pero también demuestra su personalidad a la hora de ayudar y estar cuando se le necesite.

En fútbol, al igual que el ajedrez, no se puede dejar de pensar y entender lo que está sucediendo en el juego. Salir rápido del error es el desafío de ambos deportes, pero lastimosamente en el balompié los entrenadores son los primero que salen cuando los equipos van perdiendo y poco se le reconoce cuando todo sale a la perfección.

No hay tarea más inestable que la de dirigir a un equipo, más aún cuando se enfrentan con plantillas con temperamentos fuertes. Por ello, el adiestrador colombiano Jorge Luis Pinto, luego de siete años del Mundial de Brasil 2014 enfrenta un juicio tras señalar a Keylor Navas, Bryan Ruiz y Celso Borges de amenazar a la federación con perder tres partidos para hacer sacarlo de selección de Costa Rica.

Ser entrenador implica ser echado muchas veces, incluso un gesto de inconformidad a la hora de un cambio de estrategia podría generar la salida de un técnico que comprende las dos caras del fútbol. Recientemente Luis Amaranto Perea no se guardó nada con respecto a situaciones con Junior.

«Ya hablaremos. No podemos estar permitiendo que cualquier cambio que se hace, el jugador tiene que estar generando situaciones de molestia. Hay momentos que esto cansa. Llegan tres o cuatros situaciones de algunos jugadores y no empieza a gustar para nada este tipo de gestos», señaló durante rueda de prensa.

En el jugador, el fútbol se inicia en la cabeza (inteligencia), sigue por su corazón (voluntad) y termina en sus pies (técnica), pero a los jugadores sólo les importa su nombre, sus relaciones externas, su fama ficticia.

Por: Mary Sánchez

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