Mujeres en Barranquilla: ejemplos de vida y superación

PRENSA NEWS quiere, en esta conmemoración del día internacional de la mujer, destacar el aporte que éstas hacen en áreas y sectores en Barranquilla y el Atlántico. Una de esas destacadas es Emily Clavel (ironwoman), una alegre y extrovertida chica nacida en Caracas – Venezuela. A sus 31 años de edad, 4 de los cuales ha vivido en Barranquilla, no han sido fáciles pues nació con un tipo de cáncer muy agresivo (fibrosarcoma congénito) que obliga a que a los dos meses de nacida le amputen el brazo.

Desde muy niña le ha tocado enfrentar y adaptarse a la vida. Para ella el cambio es una constante, a raíz de las situaciones que ha vivido. Sin embargo, a pesar de todo, ha creado herramientas que la han ayudado a salir adelante. Una de ellas: el deporte.

¿Cómo surge ese amor por el deporte?
De pequeña siempre fui muy curiosa para ver que era capaz de hacer a pesar de mi condición, practiqué natación desde mi infancia, no fui constante pero la natación era en ese entonces lo que siempre repetía, hasta llegar a la universidad que me gradué y dejé el deporte como por 7 años, pero al llegar a Barranquilla fue donde comencé a querer estar en mejores condiciones físicas a raíz de que soy dueña de un gimnasio junto con mi hermano. Hubo un momento de mi vida donde me sentía deprimida por lo que no tenía amistades, fue allí cuando decidí practicar el deporte para conocer personas y sentirme mejor.

¿Qué es lo que más te gusta del deporte?
La oportunidad que me da de trabajar por un propósito de vida que siento que viene de Dios, ese propósito busca a través de mi disciplina y la perseverancia y lo decidida que estoy con los objetivos que quiero cumplir, inspiro y toco corazones para que otros también se atrevan a lograr sus sueños, aunque algunas veces creamos que las cosas son imposibles.

El deporte me da la oportunidad de hablar con personas, de motivarlos, de demostrarles que el límite lo colocamos nosotros mismos, buscando una excusa

¿En cuántos campeonatos ha participado?
He corrido en 4 carreras de triatlón distancia ironman 70.3, de los cuales he quedado en primer lugar en mi categoría que se llama ‘desafío físico’, los ironman no tienen ninguna condición especial para personas como yo, simplemente nos colocan en una categoría diferente, la cual debemos tener la misma capacidad física de completar la carrera igual que otra persona corredor elite.

Eso fue algo que me llamó la atención del ironman lo cual lo vuelve un reto mas importante que es considerado una de las carreras de resistencia más difíciles que existe en el mundo, el cual busca medir no solo las capacidades físicas si no también las espirituales y mentales.

¿Qué es entonces lo más difícil que has vivido luego de haber perdido el brazo?
Este mundo no está hecho para personas como yo, y todo representa un reto desde las cosas mas cotidianas como recogerse el cabello, manejar, cocinar.

Cuando tenía 17 años decidí mudarme de mi casa e irme a una ciudad más grande y eso implicaba vivir sola y me tocaba hacer todas las cosas de un hogar, esto lo hice con toda la intención de demostrarme que sí era capaz de ser independiente a nivel de vivir sola a una casa, transportarme, y son retos que se le presentan en la vida a todo el mundo no solo a una persona con discapacidad como yo. No he visto una situación a la que no le haya encontrado una solución.

Al principio vivir con un solo brazo es retador, aprendí a cambiarle la llanta a la bicicleta, y es algo que veía imposible.

¿Te has sentido discriminada?
Yo creo que en algún momento todos nos hemos sentido discriminados, cuando a mi me dicen que no puedo hacer esto, yo demuestro que sí lo puedo hacer, eso lo que me dice a mí, es que si esa persona estuviera en mi condición no lo pudiera hacer.

¿Tuvo algún fracaso, ¿cuál fue?
Cuando me gradué de mi maestría yo tenia planes de vida, quería trabajar en una multinacional, quería ser una ejecutiva con una oficina grande viajando por todo el mundo. Cuando estaba viviendo en Inglaterra intenté conseguir trabajo y justamente se dio todo el tema del Brexit y ellos lo que menos querían era inmigrantes y no conseguí la forma de quedarme legalmente en el país. Esto me llevó a una depresión y cuando llegué a Colombia no tenía amigos, no conocía el mundo laboral, y me tuve que enfrentar ya no a un sueño de ejecutiva si no de ser emprendedora, es un camino hermoso pero bastante duro y difícil.

¿Tu mayor motivación?
Dios es lo que me mueve, lo que hace que yo despierte a las 4 de la mañana a correr, el que puso un propósito en mi vida más allá de lo profesional porque esto ya se siente como una pasión esto es parte de mí porque me hace sentir una conexión con Dios.

¿A qué se dedica en sus ratos libres?
Entreno y cuando no lo hago estoy buscando recuperarme físicamente, descansando, dormir bien, me encanta salir a comer, compartir con mi familia, me gusta ir a la playa mirar el mar, aunque gran parte de mi vida está dedicada al entrenamiento.

¿Cuál es su mayor temor?
El tener algún problema físico con mi brazo funcional, algún dolor crónico que me haga sentir limitada para poder utilizar mi tren superior, pero siempre he confiado en Dios, y en su mano sanadora, es un miedo que existe, pero siempre Dios me ha protegido.

Por: Juliette Paredes

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