Las estrategias de los padres para paliar la suspensión académica en Barranquilla

La Federación Colombiana de Educadores (FECODE) mantiene su decisión de respaldo al paro nacional que el pasado 28 de mayo cumplió un mes en Colombia. Tiempo durante el cual los estudiantes del sistema público educativo pasaron de la improvisada virtualidad a la muy accidentada alternancia educativa, hasta llegar al cese indefinido de actividades académicas, y todo en medio de la pandemia por Covid-19 con sus efectos socio-económicos y emocionales al interior de familias que por razones diversas no tienen alternativa distinta a la educación pública para sus hijos.

Para conocer lo que ocurre hoy en un hogar enmarcado en esa realidad, PRENSA NEWS dialogó con Yajaira Urrutia Mendoza, madre de tres hijos, dos de los cuales cursan su básica primaria en una Institución Educativa Distrital en la ciudad de Barranquilla.

Ella es Auxiliar Administrativa en Salud y Seguridad Ocupacional pero lleva tres años esperando una oportunidad laboral. Por eso considera que en el último año ha podido sortear las dificultades propias de la pandemia con sus hijos en casa, y ahora sin las clases programadas debido al extendido paro nacional.

“Antes del paro, mis hijos Andrés Felipe y Emanuel, de 9 y 6 años respectivamente, recibía – el mayor en cuarto de primaria – solamente dos horas semanales de clases virtuales, mientras que el menor asistía los lunes, miércoles y viernes por una hora y media como alumno de primero”, contó Yajaira sin ocultar su inconformismo porque le parece muy poco tiempo para impartir una educación de calidad, y no duda en señalar que a través de guías, videos y poca explicación por parte del docente, resulta inevitable que aparezcan las “lagunas” en el proceso enseñanza-aprendizaje. “Exigen mucho pero dan muy poco como profesores”, refiriéndose a algo que le resulta inexplicable: “¿Por qué en los colegios públicos la virtualidad es tan precaria, si a los profesores les pagan completo su salario”?

Mientras su esposo labora y su hija mayor asiste a la universidad, Yajaira dedica su tiempo en el cuidado del hogar y ocuparse de resolver esas “lagunas” para que sus hijos aprendan mejor. Por eso, pese a la parálisis educativa, ahora también se encarga de hacer los repasos o refuerzos para que Andrés Felipe y Emanuel no pierdan el ritmo de aprendizaje mientras vuelven a clases.

En una escala de buena, regular o mala, Yajaira califica como regular la educación virtual aplicada con motivo de la pandemia, esto debido a la falta de conectividad en muchos hogares y también por la poca intensidad horaria de clases virtuales.

“Ha desmejorado la calidad educativa. Le están colocando muchos trabajos a los niños y somos los padres quienes, al final, llevamos la carga académica”, señaló.

Con relación a la posición de FECODE, opina que aunque no interpreta muy bien la terminología que aplican para sus requerimientos, sí encuentra muy perjudicial el hecho que por mucho tiempo no le estén enviando guías académicas a los estudiantes desde finales de abril, lo que repercute  en la parte académica y cognitiva.

“Esto no se puede recuperar de la noche a la mañana. Esperamos que ahora no salgan diciendo que vienen las vacaciones o una semana de receso, como siempre ocurre. Ojalá y vuelvan con toda, con un ánimo espectacular para seguir trabajando con los niños y poder llenar un poco todo este vacío que se ha creado”, añadió.

No obstante, ella es muy optimista y considera que pese a la adversidad los padres no deben bajar la guardia y sí mantener a sus niños conectados con la lectura, la práctica con el repaso de clases, los videos didácticos y otras ayudas adicionales.

Andrés Felipe quiere volver al colegio

Los alumnos, como principales protagonistas, también tienen su percepción frente a todo lo que ocurre, y la edad no es una limitante a condicionante para dar una respuesta. Yajaira accedió a que su hijo Andrés Felipe nos diera su opinión sobre cómo se ha sentido con la virtualidad.

“No me ha gustado tanto la virtualidad porque yo disfrutaba ir al colegio, ver a mis amigos y abrazarlos. Extraño estar en clases y como se estudiaba porque allá estábamos con la profesora y ella nos explicaba mejor. Ahora nos mandan tres guías pero explican una sola y no mandan el taller en sí. El año pasado la profe si nos explicaba bien los talleres. Antes yo entendía más y era más fácil”.

Por: Freddy Gutiérrez B.

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