La pedofilia, a lo largo de los años, ha sido considerada como una problemática social en crecimiento en la medida que se reportan nuevos casos de vulneración de los derechos de niños, niñas y adolescentes en diferentes ámbitos y, especialmente, en sus mismos entornos familiares.
En Barranquilla, el caso reportado más reciente se produjo hace 15 días en el barrio Simón Bolívar. Allí, un hombre de 34 años abusó sexualmente de sus hijastras de 12 y 13 años mientras su compañera sentimental trabajaba, dejando a una de las menores en estado de embarazo.
Al respecto, PRENSA NEWS consultó a Maria Jaramillo, psicóloga egresada de la Universidad del Norte, quien explicó que, como elemento identificativo, «no existe un perfil para un abusador sexual, cada uno tiene sus características». Sin embargo, es importante evidenciar que existen patrones de conductas que pueden estar marcados desde su niñez que lo lleve a cometer este tipo de actos.
Desde el punto de vista legal, Jenny Pinilla, abogada penalista de la firma Alumbra Asesores, explicó que «es importante hacer una distinción, y es que nosotros no tenemos en nuestro código penal propiamente denominado el delito de pedofilia, tenemos unas conductas que identifican esta forma de afectar la formación- integridad sexual y que puede coincidir con lo que tradicionalmente se conoce como pedofilia».
«Partiendo de la aclaración anterior de las modalidades en que nuestro código protege la libertad, formación e integridad sexuales, surgen unas series de conductas típicas que tienen cada uno asignado a una pena y en consecuencia dependiendo si estamos hablando de actos sexuales abusivos, actos ante acceso carnal violento con menor de 14 años entrarían las valoraciones en torno a la pena», detalla la abogada.
Por: Juliette Paredes
