La delincuencia en Barranquillita aviva cada vez más el temor en este sector. Al inicio del día, no se sabe cuál será el delito de turno: si extorsión o atraco, o ambos con el mismo final: la muerte de un humilde comerciante o transeúnte del sector.
El último caso que se conoció se trató de un atraco, donde, Elkin Ragael Pedeoza Herrera, de 48 años, perdió la vida, tras ser baleado el pasado lunes a las 3:20 de la madrugada, en el sector de Barranquillita, según información las autoridades.
Esta situación ha llegado a un punto desesperante que, semanas atrás los comerciantes exigieron a las autoridades que se les permitiera portar armas de fuego para la defensa de sus vidas y trabajo.
Particularmente sobre las extorsiones, se ha conocido que van desde millonarias sumas hasta una botella de whisky semanal y de acuerdo con la Defensoría del Pueblo, se ha logrado establecer que en la capital del Atlántico, unas 28.429 personas se encuentran en riesgo por este accionar delictivo de bandas y la disputa que se mantiene por el control de economías ilegales.
La Policía Metropolitana de Barranquilla, por su parte, continúa la intervención en el sector, con patrullajes conjuntos con la policía de vecindario, la Reacción Caribe y el Gaula. Además se instaló un componente de Policía Judicial e inteligencia en el sector, con la finalidad de prevenir y contrarrestar hechos delictivos.
Por: Adriana Ricardo
