La esposa de Jaime Saade lo defiende: «Sería incapaz de cometer tal desgracia».

La esposa de Jaime Saade lo defiende: «Sería incapaz de cometer tal desgracia».

De aquel 1 de enero de 1994, cuando los medios reportaron que la joven Nancy Mestre había sido asesinada a manos de su compañero sentimental, Jaime Saade, pasaron 26 años hasta que el 27 de enero de 2020, fue capturado a tres años de prescribirse la condena en su contra.

En Belo Horizonte, Brasil, ya formado una nueva familia junto a Marli Ibrahim Días, que en una carta traducida del portugués al español dijo lo defendió y pidió a los medios de comunicación «buscar la veracidad de los hechos».

Estos son algunos apartes de la carta traducida:

«Soy muy agradecida con Dios, por haberme dado el privilegio de convivir a 26 años al lado de una persona tan integra, de sentimientos nobles y sinceros como él. En el largo de ese tiempo, pude comprobar su calidad humana sin nunca (jamás) haber practicado/cometido ningún crimen/delito, agresividad o acto de violencia.

Padre ejemplar de dos hijos, dedicado y presente en la educación de nuestros hijos, dando siempre prioridad a valores morales, honestidad y respeto al prójimo.

Jaime es un jefe de familia responsable, el pilar de nuestro hogar (el pilar que nos sostenía, de nuestro sustento), que nunca midió esfuerzos para siempre mantener nuestra familia bien en todos los sentidos.

En la época que nos conocimos Jaime me contó de triste acontecimiento, me quede sorpresa y, del fondo de mi corazón sé que esta persona que tanto amo y convivo en armonía hace tanto tiempo, sería incapaz de cometer tal desgracia (algo muy infeliz que sucede). Creo que con el intento de encontrar un culpado para el acontecimiento terminaron condenando a Jaime sin pruebas concretas. Incluso añadiendo mentiras que no se encuentran en el proceso.

En el largo de esos años Jaime nunca tuvo la oportunidad de contar su única y verdadera versión de los hechos.

Admito que no fue una actitud correcta, pero ante el miedo de ser acusado injustamente de un crimen (o delito) que no cometió, actuó impulsivamente y salió del país.

Estoy muy asustada con los medios (de comunicación) vienen divulgando el caso, sin buscar saber la veracidad de los hechos utilizando como verdad apenas un lado de la historia así como fue en la época.

Jaime no es esta persona del que vienen hablando los medios, es una persona que hasta hoy sufre por haber dejado a sus familiares, amigos y el país que tanto ama. Por eso escribí esta carta para que todos pudieran conocer el marido y padre maravilloso que el es, solicitándoles que no los juzguen como una mala persona. Ruego a Dios que nos permita vivir nuevamente como una familia».

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