La despedida que el pueblo vallenato le rindió a Jorge Oñate

Una pequeña niña que no llegaba a los diez años de edad golpeaba el vidrio de la carroza fúnebre y no dejaba de llorar y repetir: “levántate, anda levántate ya”.

Así, antes del mediodía de este lunes, La Paz, Cesar, la tierra que vio nacer a Jorge Oñate, recibió la caravana que trasladó el cuerpo del artista de música vallenata, luego de los homenajes que recibió en Valledupar desde el pasado domingo.

El mundo del folclor vallenato y de la música colombiana en general, le dio el último adiós al ‘Jilguero de América’, Jorge Oñate, este lunes en su tierra natal, La Paz, Cesar.

Desde que se conoció la noticia del fallecimiento del legendario artista de la música vallenata, en el Hospital Pablo Tobón de la ciudad de Medellín, sus fieles seguidores no han dejado de manifestar su dolor por su temprana partida, tras 40 días de luchar contra el Covid-19 y los demás problemas de salud que se desataron en las últimas semanas.

Su cuerpo fue trasladado el domingo a la ciudad de Valledupar donde residía, y allí lo esperaban miles de fanáticos que no dejaron de cantar algunas de las grandes canciones que Oñate inmortalizó a lo largo de su extensa carrera musical.

Tres días de duelo decretó la gobernación del Cesar, y pese al calor y en muchos casos sin las medidas de bioseguridad requeridas en estos tiempos de pandemia, miles de personas se acercaron para despedirlo.

En horas de este lunes se organizó todo un operativo para trasladar el cuerpo de Jorge Oñate hasta La Paz, la población que vió nacer a Jorge Oñate y que se encuentra a unos 20 kilómetros de la capital del Cesar.

Allí, en la Plaza Olaya, en la tarima que lleva su nombre, ya todo estaba organizado para la despedida junto a los suyos. Sin importar el calor y sin guardar el distanciamiento social, todo el pueblo se hizo presente para poder decirle adiós y darle las gracias por tanta música que dejó como legado.

La caravana fúnebre tomó mucho más tiempo de lo esperado. Tanto saliendo de Valledupar como al entrar en La Paz, la cantidad de gente que salió para verla pasar, hicieron más difícil su movilidad. De hecho, ya por las calles de La Paz, su público hacía parar la caravana para despedirse, entrellanto, dolor y mucha incredulidad.

Se dispuso de una escolta por parte de la Policía y en compañía de sus familiares más cercanos llegaron hasta La Paz, donde se tenía planeado hacer un homenaje hasta las cuatro de la tarde y a esa hora iniciar el traslado al cementerio del municipio.

Pero todas las demoras hicieron que tan sólo hasta las cinco de la tarde se iniciara este proceso, hasta que algunos de los más importantes artistas del género del vallenato, quienes compartieron con el propio Oñate, llegaron para presentar sus respetos e interpretar algunas de sus canciones.

A La Paz llegaron Jorge Celedón, Penchy Castro, Fabián Corrales, Peter Manjarres y Silvestre Dangond, quien era el ahijado de Jorge Oñate, por lo que las lágrimas no faltaron en su despedida: “Jamás te vamos a olvidar”.

Una vida, una música, un legado que tocó a personas de todas las generaciones, fiel a un estilo único, contundente, pero que a la vez, navegó desde los sonidos del vallenato tradicional, el romántico y hasta picaresco.

Se espera que en los próximos meses se den a conocer algunas canciones que Jorge Oñate había grabado para lo que sería su próximo disco, del cual aseguró su familia, sería un álbum de música cristiana.

Información de COLPRENSA

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