La boxeadora noquea la pandemia en Japón

Una de las primeras sensaciones emotivas durante la apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio, fue la evocación a la situación que vivieron los deportistas durante la pandemia.

Las Imágenes de los atletas entrenando en casa y la puesta en escena “lejos pero juntos” con deportistas corriendo silenciosamente demuestran que lo único que no le arrebataron a cada competidor que hoy hace presencia en las justas fueron los sueños de estar en ese lugar.

Tal es el caso de la boxeadora Arisa Tsubata, quien fue elegida para representar esa preparación en circunstancias adversas como lo fue el confinamiento con la aparición del COVID-19.

Además de ser boxeadora es enfermera, los entrenamientos lo alternaban con largas jornadas laborales en un hospital de Tokio donde trata a pacientes de cáncer, a los infectados de COVID-19 y enfrenta el colapso del sistema sanitario japonés por los picos de la pandemia.

La púgil quedó fuera de la competencia tras la decisión de las autoridades boxísticas japonesas que consideraron que no tenía la experiencia suficiente para enviarla al torneo clasificatorio final que se disputaba en París. Además, el Comité Olímpico Internacional (COI) asignó los lugares según las clasificaciones de los últimos dos años, mismo en los que no pudo competir

En las ocasiones en que ha sido entrevistada ha asegurado que  «Quiero ser ese tipo de boxeadora que siempre va adelante sin importarle cuántos golpes recibe», sin duda sus palabras se hacen realidad pues a pesar del golpe de no poder ser olímpica en su propio país, fue la protagonistas de la ceremonia de apertura como reconocimiento a su gran labor realizada como enfermera durante la pandemia.

Por: Mary Sánchez

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