En Francia la situación sanitaria se degrada: en las últimas 24 horas se registraron más de 400 muertos, un nivel que no se alcanzaba desde noviembre. Otros indicadores están al alza: el nivel de positividad de los test, las hospitalizaciones y los casos graves en reanimación.
Se teme, además, el impacto que puedan tener a partir de marzo o abril las variantes del virus como la británica, presente en medio centenar de países, o la sudafricana, en 20.
Frente a esta amenaza, el Alto Consejo de Salud Pública hizo nuevas recomendaciones sobre las mascarillas y la distanciación social. Este organismo hace recomendaciones al gobierno en temas sanitarios con base en datos científicos.
El Alto Consejo de Salud Pública constata la penetración en Europa de nuevas variantes del virus «más transmisibles», si bien los «modos de transmisión» no han cambiado. En otras palabras, se necesita una cantidad más pequeña de virus para infectar a alguien.
No todas las mascarillas en tela son desaconsejadas, pues hay algunas que sí han sido homologadas por la dirección del ejército francés.
Las mascarillas que más filtran, un 94% de los aerosoles salivares, son las quirúrgicas FFP2. De hecho, este tipo de mascarillas son de uso obligatorio en los transportes en común en Baviera, en el sur de Alemania, y en Austria, país que anunció el domingo la prolongación de su tercer confinamiento hasta el 8 de febrero.
En Francia, sin embargo, el Alto Consejo de Salud Pública ha señalado “que son difíciles de adaptar a la morfología del rostro. Es difícil, por tanto, controlar que la persona sí la lleva bien puesta”, explico Lepelletier.
El Alto Consejo de Salud Pública también recomienda mantener una distanciación de 2 metros y no de uno, como hasta hace unas semanas. «La penetración de las nuevas variantes es tal vez una buena oportunidad de oficializar los dos metros», afirmo también Lepelletier, copresidente del grupo de trabajo Covid del Alto Consejo de Salud Pública.
Tomado de Radio Francia Internacional