Autoridades administrativas y líderes religiosos Católicos en Barranquilla y el departamento del Atlántico están de acuerdo en no propiciar eventos públicos para celebrar la segunda Semana Mayor marcada por la pandemia del covd-19.
En la ciudad capital la alcaldía distrital dispuso suspender las procesiones u otro tipo de reuniones religiosas que propicien la aglomeración de personas.
Mientras que el gobierno departamental viene promoviendo una ruta de la tradición de la fe que propone recorrer virtualmente los sitios y costumbres religiosas en los municipios del Atlántico, imprimiendo un plus cultural a expresiones de fe como los flagelantes de Santo Tomás. La iniciativa analiza la posibilidad de permitir el acceso a los templos aplicando el control de aforo o con inscripción previa de los feligreses, algo que aún no está confirmado.
Pero otros son los propósitos frente a iniciativas que también promueven el turismo de playa, sol y mar en las zonas costeras para la temporada que se avecina. Situación que enciende las alarmas después de lo registrado este último puente festivo en balnearios como Puerto Colombia donde las playas terminaron abarrotes de bañistas.
La Semana Mayor también es esperada por muchos para dar rienda suelta al relajamiento, la rumba y el consumo de licor. Lo que supone que la restricción anticipada de ley seca para los próximos dos fines de semana, debería controlar el comportamiento ciudadano en estos días de descanso.
Otro asunto es la realización de reuniones sociales de celebración para aprovechar que la familia se reencuentra en los días festivos. Un tema no menos preocupante si tenemos en cuenta que este último fin de semana con puente festivo, la Policía impuso algo más de 17 mil comparendos a nivel nacional y atendió otra alarmante cantidad de riñas, en su mayoría relacionadas con el consumo de bebidas embriagantes.
Las alarmas están activadas frente a los próximos días de cara a cómo la ciudadanía asumirá compromisos que impidan tener que lamentar a todos algo muy grave después de la mal llamada «parranda santa».
Por : Freddy Gutiérrez B.
