Desde hace un tiempo, el máximo organismo futbolístico ha tratado de buscar justicia en los diferentes encuentros para garantizar la pulcritud del certamen. La FIFA logró implementarlo para el Mundial de Rusia 2018.
Así como en el tenis se encuentra la herramienta “ojo de halcón”, el VAR pretende reducir el margen de error arbitral en el que ha estado expuesto el deporte durante décadas. Quizá si ésta tecnología hubiera existido en 1986 el gol de “la mano de Dios” no se hubiese convertido en el robo del siglo para Inglaterra en los cuartos de final de la Copa Mundial de Fútbol de 1986. Solo 19 años después, Diego Armando Maradona reconoció públicamente que “fue con la mano, pero con la mano de Diego”.
En estas eliminatorias el “Juez anticorrupción del futbol” fue protagonista durante todos los compromisos. Árbitros como Diego Haro y Wilmar Roldan necesitaron consultar más de 3 ocasiones para esclarecer la jugada y adicionar hasta 10 minutos en ambos periodos de tiempo.
El VAR apagó el incendio en Chile, y prendió las alarmas en Colombia con una jugada discutida al minuto 38 de Lerma sobre Vidal. El árbitro argentino Darío Herrrara revisó el VAR y luego sancionó el penalti a favor del local, más adelante la tricolor anotó el gol del empate contra Chile en el segundo tiempo, pero éste fue anulado por el juez central, por una supuesta falta previa en el área decretada sin mirar el VAR.
Fue la acción más polémica de una noche y Herrera omitió el servicio de sus asistentes tecnológicos. Aun así adicionó posteriormente 9 minutos que no fueron anunciados pues Radamel Falcao Garcia anotaba el tanto para el empate.
Quizá en un principio se pensó que la herramienta en el fútbol iba a terminar con los debates y las discusiones pero a pesar que la misión es hacer Justicia, los fallos siguen dependiendo del criterio de los árbitros que se encuentran en cabina.
Por: Mary Sánchez
