El destino cumplió el deseo de Diomedes: «Yo no quiero morirme»

El icónico 26 de mayo de 1957 en el mundo del vallenato, daría la bienvenida a quien años más tarde y al parecer, eternamente, se convertiría en un conquistador de corazones amantes del vallenato y del título de máximo exponente de este género.

Fue entre La Junta y Patillal, en la zona rural conocida como Carrizal, donde nació Diomedes Dionisio Díaz Maestre, más conocido como Diomedes Diaz, de quien se cuenta intercambiaba sus cantos por café, con los indígenas de una finca cercana, donde curiosamente hizo las veces de ‘espantapájaros’ para proteger el maíz.

Con la música en las venas, heredada de su tío materno Martín Maestre, se dice que, sus primeras composiciones, siendo un joven aún, fueron inspiradas por Elida, una mujer de su edad, quien robó el corazón del artista. Es así como183 canciones registradas y demás composiciones, confirman que Diaz Maestre le cantaba a las mujeres, el amor y la familia.

«Mi papá le cantaba a las mujeres, el amor, los amigos, la familia. Mejor dicho, le cantaba a todo, era muy versátil, eso lo hizo un grande. El plus más grande de mi papá es que su interpretación mueve fibras. Incluso si no estás viviendo nada de lo que dice la canción, tu lo sientes así», expresa orgulloso uno de sus hijos, Rafael de Jesús Díaz, quien además, se considera un fiel seguidor de su historia musical.

Tomando provecho de las semanas culturales del colegio Loperena en Valledupar, Diomedes Díaz concursaba contra el querido y recordado también cantante vallenato, Rafael Orozco, con quien se se uniría para crear su primer éxito musical: ‘Cariñito de mi vida’, junto a Náfer Durán, con el acordeón en mano. Aquí Orozco da vida y le acuña ‘El cacique de La Junta’, al niñito de Carrizal.

Se habla de «Tres canciones» como el primer destello musical exitoso de Diomedes; de «La Locura», como la mejor obra de la carrera del artista; de las canciones «Bonita», «Te quiero mucho», «Te necesito», «Tu Serenata», con las que los vallenateros de Colombia vivieron y gozaron; «Sin medir distancias», «Sin ti», «Pasajeros de la vida», «Si te vas te olvido», las que removieron en el pueblo los sentimientos más profundos, pero, sin duda, desde la primera a la última canción del ‘Cacique’ se han inmortalizado.

«A Diomedes Díaz Dios lo premió con su voz, su aporte al vallenato lo inmortalizó. Es impresionante el amor que tienen los amantes del vallenato por Diomedes y su música», destaca el locutor y amigo del artista, Alí Guerrero.

Agrega que «de Diomedes piden mucho: ‘Mi muchacho’, ‘Hija’, ‘Oye Bonita’, ‘La Reina'».

Ni hablar de sus uniones con Nicolás ‘Colacho’ Mendoza, de quien aprendió la experiencia y adoptó la madurez que lo guió a forjarse en el mundo artístico. Esta unión concibió los grandes clásicos del Cacique. De las controversias y desilusiones hasta llegar finalmente a lo que Diomedes siempre obtuvo: aplausos y admiración de su gente, así se resume su unión con Gonzalo Arturo «El Cocha» Molina. Y finalmente, Diomedes Díaz y Juancho Rois: de las parejas musicales del artista, más significativa de la historia del folclor vallenato.

Los ‘Diomedazos’ cobran vida en todos los escenarios, sus seguidores se sirven de ellos hasta para excusarse: «Ay! yo sé muy bien que tú tienes la razón, por que yo volví a amanece’ en la calle… Y me dio pena no complacerlo por que así somos los hombres parranderos (Bis)», ‘La Excusa’ de Diomedes.

Sin embargo, el escenario que más gusta, es donde priman los versos de amor.

«He enamorado con las canciones de mi papá, con las de él más que con las mías (ríe). Con ‘Bonita’, ‘La Reina’, ‘Tu Serenata’. Es mi ídolo, mi artista preferido», cuenta como si confesara un secreto, Rafael de Jesús.

El ‘Rockstar’ del vallenato

Con Diomedes Díaz, el vallenato no está lejos de tener un ‘rockstar’ aunque, suene descabellado. Sin pantalón y camisa de cuero, no más con sus camisas excesivamente coloridas y pantalones clásicos, se estaría ubicando al lado de ‘The Beatles’, Elvis Presley y Freddy Mercury, sin apostarle al rock, ganaría mostrando su tinte rebelde e imponiendo su estilo de ver y vivir la vida, por encima cualquier paradigma. A todos los silenció… con música.

Al mejor estilo: el propio, el Cacique consiguió ser querido, respetado.

Pararon la parranda

En vísperas de la Nochebuena, un 22 de diciembre del 2013, murió Diomedes Díaz. Un infarto cobró su vida ese domingo de diciembre.

Murió el artista pero no sus letras

«Nos llena de alegría y nos reconforta ver como sigue vigente su música y cómo la gente sigue expresando ese cariño a nuestra familia», concluye Rafael de Jesús.

En homenaje a sus 64 años de natalicio, la Organización Radial Olímpica lanzará a tempranas horas de la mañana de este 26 de mayo una inédita canción de Diomedes Díaz. Seguirá la parranda, entonces.

Por: Adriana Ricardo

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