El designado embajador de Colombia en Emiratos Árabes Unidos, Víctor de Currea-Lugo, no resistió más las críticas. Decidió rechazar -este jueves- ese importante puesto diplomático que le ofreció el presidente Gustavo Petro, tras las reiteradas denuncias en su contra por presunto acoso sexual y que lideró la representante a la Cámara por Bogotá, Jennifer Pedraza.
“Ahora sabemos que gracias a los testimonios y al apoyo de múltiples voces se pueden frenar nombramientos como el de De Currea-Lugo, pero el silencio de Gustavo Petro y Francia Márquez me desconcierta. La omisión también es una posición”, cuestionó la representante, quien acusó a De Currea-Lugo de utilizar su posición de poder como docente para acceder al cuerpo de las mujeres y a fotografías íntimas.
“Pedraza agregó la palabra ‘abuso’, cuando los rumores siempre habían estado en el nivel de acoso. Ella sabe que ‘denuncia’ implica, necesariamente, la existencia de un proceso penal y que mentir de esa manera constituye un delito que puede dar lugar a una pena de cárcel. Así que, desde ya, la conmino a que se retracte o asuma las consecuencias legales”, dijo el académico.
A este ruido desatado por las denuncias de acoso, se le sumó la polémica de Germán Navas Talero, designado embajador en Suecia, quien llamó “vendedora de piñatas de bazar de pueblo” a Pedraza por alzar su voz contra De Currea-Lugo. Además, este jueves se conoció la denuncia del Sindicato de Empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre el despido de 170 funcionarios bajo el argumento de redistribución de las cargas laborales en la Cancillería.
Enredos diplomáticos de Petro
El Jefe de Estado ha demostrado que la agenda diplomática, con temas como la paz, cambio climático y transición energética, tiene prioridad para su Gobierno y sus salidas han sido tan frecuentes que, según los registros oficiales, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, ha tenido que asumir funciones presidenciales en 9 ocasiones.
Pese a este interés de Petro en que el país figure en el exterior, su gestión ha sido criticada en lo relacionado con los nombramientos en puestos diplomáticos. Uno de los más críticos ha sido Francisco Burchardt Melo, presidente del Sindicato de Empleados de la Cancillería, quien cuestionó que el Gobierno no ha tenido problema en nombrar a políticos en lugar de profesionales de carrera diplomática.
Según los registros de la Cancillería, de los 70 títulos que el canciller Álvaro Leyva y el presidente han otorgado, hay 14 funcionarios que no son de carrera diplomática, sino de libre nombramiento, o sea, políticos.
Entre ellos sobresalen el polémico asesor que pidió correr la línea ética en campaña, Sebastián Guanumen (cónsul en Chile), el conservador Juan Manuel Corzo (embajador en Paraguay) quien decía que el salario de congresista para la gasolina, así como los investigados por la Corte Suprema, Armando Benedetti, León Fredy Muñoz y Camilo Romero, quienes son embajadores en Venezuela, Nicaragua y Argentina, respectivamente.
