Crónica: Los perros también se pensionan

Desde antes de nacer, se sabía que Chelsea no iba a ser una Golden Retriever común y corriente. Ella ya había sido escogida para un gran trabajo.  Esta cobradora dorada, como se le conoce a los de su raza, se suma a los 1058 perros guía que existen en España y cerca de 3 mil en Estados Unidos, según reporta la ONCE (Organización Nacional de Ciegos de España).  Los perros guías fueron un invento del médico Gerhard Stalling para prestar servicios a las personas con discapacidad visual.  El primero fue Buddy, un sabueso contratado por un hospital en Oldenburg, Alemania.

Luz Marina Rossenfeld es una barranquillera de 63 años, quien reside en Estados Unidos desde hace mas de 30 años y quedó ciega hace 16.  Su vida activa como entrenadora personal, ama de casa, abuela y esposa, ya no contaba con la luz que a través de sus ojos se obtura como una cámara fotográfica. Eso es al fin cuentas; la función de los ojos. Captar una imagen, buscar la luz, obturar y mandar dicha imagen al cerebro, a través del nervio óptico; para que sea el mismo cerebro quien le de nombre.  Un árbol, un libro, o una mujer. Los nombres de las cosas se las ponemos las personas como nos relatan los tiempos históricos y la construcción de memoria de Macondo.

Cuando una persona es ciega, puede contar con ayuda tiflológicas como el bastón, el cual le sirve para orientarse.  Otros, como el caso de Luz Marina, deciden hacerlo con un perro guía.  Este proceso comienza dos años antes, con una ficha técnica que busca conocer al amo. Cuáles son sus gustos y disgustos, su carácter y sus preferencias.  Pero también su estatura y su peso.  Esto ayudará para que  el perro se ajuste.  Luz Marina nunca había tenido una mascota antes de perder la vista, y como ella mismo le contó a PRENSA NEWS desde su casa en Charlotte, North Caroline, EEUU, desde su primer encuentro con Chelsea sabía que se convertiría en su mejor confidente y amiga.

Los Golden retriever son una raza de perro que data de 1850 y se desarrolló en Reino Unido como perro de caza por sus habilidades para el rastreo.  Pero por encima de estas capacidades,  que lo hacen ser la raza mas popular en Estados Unidos, Australia y Reino Unido, su disposición amigable y familiar le gana el corazón a las personas ciegas que deciden contratarlos, pues en efecto se trata de una relación laboral que con los años será muy difícil terminar

Apenas nacen los perros guías, como Chelsea ingresan al colegio donde reciben clases de comportamiento, cómo sentarse, de qué lado deben caminar, conocer las señales de tránsito, los sonidos peligrosos  de la calle, y todo lo necesario para convertirse en los ojos de quienes no ven.

Pero el entrenamiento no termina ahí.  Luego que llega a la vida de la persona ciega, debe aprender la rutina de su amo.  Luz Marina le enseñó qué días iba a trabajar, quién era su peluquero, que días iba al odontólogo, cuál era su almacén de moda favorita y que ella era una mujer de tacones diarios.

Con lo que no contaba Luz Marina era con lo que Chelsea le venía a enseñar a ella.  Eso que ningún humano había podido hacer. Con gran inteligencia esta sabuesa de 14 años la ha educado en valores como la paciencia, la esperanza, el amor y la humildad.  ¨Chelsea me ha enseñado a pensar en los demás”, asegura Luz Marina.

Lo triste es que esta historia de complicidad y amor está llegando a su parte final.  “Chelsea me empezó a mostrar que el final está cerca¨, asegura Luz Marina con su voz quebrada y lágrimas en sus ojos.   “Empezó a despedirse y ha sido muy duro”

Pasará más de un año para que esta mujer quien dedica sus horas de trabajo en el Miami Light House, entrenando a personas ciegas que van a usar perros guías, decida buscar el reemplazo de Chelsea.  Y aunque el trabajo de Luz Marina rinda menos sin Chelsea, ya está en la etapa de darle mas días de permiso y  extenderle las vacaciones, pues prefiere dejarla en casa descansado y no llevarla a trabajar.  Luz Marina sabe que Chelsea será la mejor empleada que ha tenido y aunque empezó a liquidar su jubilación; aun no recibe hojas de vida.

Por: Paola Alcázar Hernández

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