El cuerpo en descomposición de una mujer, hallado en el caño ‘de la Ahuyama’, que tendría entre 20 y 22 años, según las autoridades, es el caso numero 27 registrado de mujeres asesinadas en el departamento del Atlántico, en lo que va del 2020.
La repudiante escena, fue vista inicialmente por un pescador, en las oscuras aguas del caño, cerca al barrio La Isla, en Barranquilla. Luego de dar aviso a las autoridades, se pudo observar que el cadáver presentaba un alto estado de descomposición, sin contar que se encontraba maniatado, con signos de tortura y aparentes heridas con arma blanca.
Frente a los hechos, la comunidad y grupos de mujeres en Barranquilla ven poca diligencia por parte de los entes investigativos encargados de impartir justicia, ya que en la ultima semana, se presentaron dos casos más, los cuales pierden valor cuando las autoridades los tildan como acciones de “sicariato”.
“Es más fácil que el comandante de la policía haya dicho que la mayoría están ligados a acciones sicariales. Entonces, eso, le quita la gravedad a que nos estén asesinando. Yo pienso que eso no debe ser el titular, ni debe ser la respuesta de la policía”, destacó Emma Doris López, integrante de la Red de Mujeres en Barranquilla en diálogo con PRENSA NEWS.
El feminicidio que también tiene alterada a la comunidad, en especial a los soledeños, es el caso de la joven madre Daniela Espitia, quien fue asesinada en la habitación de un motel, reabierto después de 5 meses de inactividad por la pandemia Covid-19, en el centro de esta capital. Su victimario se mantiene prófugo de la justicia y se ofrece una suma de hasta 5 millones de pesos por su paradero.
La mujer asesinada en el barrio Las Américas, la chica abaleada en La Candelaria, hechos ocurridos en la misma semana, y los que han enlutado a más de 20 familias en el departamento, son una muestra de que el feminicidio que, como las plagas, en muchos casos no afecta solamente a la víctima, (quien antes de morir es torturada y humillada), con el triste agravante que muchos de esos casos pasan al olvido de manera rápida y se evitan o resuelven de manera lenta.
Por: Adriana Ricardo
