Carnaval de Barranquilla: entre los pros, contras y la virtualidad

A propósito de la conmemoración virtual del Carnaval de Barranquilla, por años se han escuchado las voces que defienden con baile y música la celebración popular, y otras, por el contrario, sostienen argumentos que no hablan muy bien a su favor.

Este 2021 no habrá eventos presenciales del Carnaval, por motivo de la pandemia Covid-19. Para enmendar eso, Carnaval SAS y el Distrito de Barranquilla, decidieron lanzar una agenda de celebraciones virtuales, que conmemorarán el carnaval y darán parte a sus hacedores para que muestren su historia y preparación.

Año tras año, el Carnaval de Barranquilla, “genera una dinámica económica bien interesante”, (si de materia económica se trata) por la llegada de personas de todas partes del país y el exterior. “Es una de las fechas más importantes del año para el comerciante barranquillero”, así lo detalla Orlando Jiménez, vicepresidente de UNDECO. Y agrega que, los establecimientos de comercio aumentan en un 60 y 70% sus ventas, y en el menor de los casos un 20%, lo que este año no sucederá.

Aunque esta fecha sea económicamente activa, la pandemia ha resuelto poner a la vida como prioridad sobre todas las cosas, por ello el directivo considera que, “el carnaval se debió cancelar. Estamos en una época suigéneris, un evento que nos tiene bastante afectados en lo económico o en lo moral. Como un acto de solidaridad, no debimos realizar carnaval ni virtual ni de ninguna forma. Por un año que no se haga carnaval, no nos vamos a desaparecer”.

En el mismo escenario se encuentran los llamados ‘hacedores’, quienes le dan vida al carnaval con sus manifestaciones culturales, sin ellos, la Vía 40 no tendría vida en un día de Batalla de Flores.

Pero, este año “todo está quieto. Todo está apagado”, dice José Cassiani, director de La Rebelión de las Auténticas Marimondas del Barrio Abajo, en tono melancólico.

A su vez, en tono de queja dice que es casi imposible ensayar por el aforo, pero, reconoce que “estamos sanos” y por ese lado se alegra.

“Creo que este año podemos gozarla en casa. El otro año si nos desenfrenamos y gozamos, pero creo que tenemos que cumplir todos los protocolos, porque esto es serio. Tengo amigos y muchachos que bailaban conmigo que se han muerto. Esto es serio”, expresa.

El Carnaval de Barranquilla es una fiesta que concentra una cantidad incontable de personas, hoy con un común denominador: disfrutar el carnaval desde sus casas.

“La invitación es a no bajar la guardia, a seguirnos cuidando, a quedarnos en casa, con nuestras familias. No habrá carnaval porque hay que ser responsables con la vida”, expresó el secretario de Salud Distrital, Humberto Mendoza.

La fiesta principal de la capital del Atlántico, es analizada por muchos más allá del contexto cultural, con un medidor espiritual, por eso, una considerable cantidad de personas, la rechaza.

“Nosotros como cristianos evangélicos, no somos muy amigos del carnaval. Lo consideramos como una fiesta de mucho corrompimiento y mucha destrucción del ser humano. Para nosotros no trae nada bueno”, considera el pastor Sergio Ramírez García.

Desde su perspectiva, el carnaval se debe redireccionar, sin quitarle su esencia netamente cultural. “Estoy de acuerdo que se muestre lo cultural, la alegría del barranquillero, las danzas, la música, no es negativo”.

En ese sentido, una conmemoración al carnaval como se hará este año en Barranquilla, sería su idea para dar a conocer esta fiesta típica y no llevarla al nivel destructivo, considera, que lo llevan algunos quienes lo celebran, sin embargo, “no estoy de acuerdo con que se haga este año. Debieron suspenderlo todo hasta tener una claridad de la solución de esto. Se apresuraron”, puntualizó.

El valor cultural del Carnaval de Barranquilla lo convirtió en 2003 en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y la pandemia lo obligó a irse hasta las plataformas virtuales a rendir “homenaje a la vida, la tradición, a llevar un mensaje de esperanza y optimismo a Colombia y el mundo”.

Por: Adriana Ricardo

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