Brigitte Pereira, una de las luchadoras por los derechos de la mujer trans

Lo más difícil de ser una mujer trans ni siquiera está relacionado con el estilo estético que esta va a adoptar para verse cada vez más femenina. En ocasiones, las dificultades empiezan cuando las paredes que encierran esta decisión son las mismas que levantan la casa donde se vive con los padres.

Para Brigitte Pereira, una estilista profesional y pionera en la lucha por los derechos de la mujer trans en Barranquilla, las mujeres trans “son las que más hemos sufrido”.

A la edad de 14 años cuando decidió no volver a ocultar su feminidad, los señalamientos, burlas, críticas y bullying, no han faltado. Sin embargo, se propuso abrir camino para las mujeres trans que vienen detrás de ella. Desde entonces, hace más de dos décadas, a rasguños a tratado de hacer más ameno el proceso de una mujer trans hasta conseguir la seguridad para impregnarse en la sociedad tal y como es, con su lucha por los derechos de los que hoy empieza a gozar la comunidad.

“Todo ha sido muy luchado. Todavía es difícil para nosotras tener un empleo. El tema de recibir atención medica ha mejorado. Y ahora con las nuevas leyes nos dieron el derecho de portar un nombre de mujer. Pero eso ha sido muy luchado”, asegura Pereira, al tiempo que destaca que ella y las trans de su época son “las legendarias” en esta lucha.

Este año, pasado el desfile del ‘Pride’ celebrado en Barranquilla el pasado 3 de julio, para Brigitte Pereira, hay mucho que destacar y de que sentirse orgullosa. Notó aceptación por parte de la comunidad y querer. Lo que más llamó la atención para ella es el acompañamiento de las madres. “Las madres deben querer y aceptar a sus hijas. Una mujer aceptada y querida por su madre y su familia, es una mujer segura frente a una sociedad dura”.

La cultura en la lucha de la mujer trans en Barranquilla

Con el inicio de la Corporación del Carnaval Gay de Barranquilla, por parte de Jairo Polo, Pereira destaca que fue de gran ayuda y respaldo para las mujeres trans, pues, se empezaba a sentir la aceptación y el querer de unos cuantos en la sociedad.

La satisfacción crece cuando las autoridades distritales y departamentales empiezan a apoyar esta corporación en su intento inclusivo de hacer del carnaval una fiesta de todos.

Por: Adriana Ricardo

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