Borja y Díaz: los goles de la esperanza

Curiosamente quienes se han convertido en ídolos del fútbol no poseían los recursos para comprar un balón y mucho menos un par de guayos, tal es el caso de Pelé que antes de ser el rey del fútbol limpiaba zapatos en las calles para sostener a su familia. Sin poder comprar balones, usaba una toronja o enrollaba calcetines llenos de periódicos para practicar.

En la Selección Colombia hay historias similares a la de O´Rei. Está el caso de Luis Diaz que creció jugando futbol en medio de problemas de desnutrición en Barrancas, un caserío en la Guajira colombiana y el de Miguel Ángel Borja que compró sus primeros zapatos ayudando a su madre a vender empanadas en las canchas de Tierra Alta, Córdoba.

Ambos están en su mejor momento futbolístico y a pesar de conseguir algunos lujos demuestran humildad, orgullo y agradecimiento por sus raíces pero… ¿cuál es el secreto de los ex junior? La respuesta es sacrificio y mucho amor incondicional.

Al lado de cada hombre hay una gran mujer y Nicolasa Hernández Smith, la madre de Miguel Ángel Borja Hernández, fue uno de los 23.000 aficionados que ingresaron al estadio Metropolitano para ver cómo Chile caía 3 goles por tres a manos de “la tricolor”. Horas antes había vaticinado la anotación de su hijo.

A algunos recordaron la Champions League 1994-95 cuando la madre de Patrick Kluivert del AJAX le aseguró al técnico Louis van Gaal que su hijo anotaría (Kluvert ingresó al minuto 85′, 15 después de su ingreso a la cancha, anotó el gol con el que Ajax ganó su cuarta Copa de Europa)

“Éramos muy humildes y no había para comprar regalos. Mi esposo, el papá de Miguel, trabajaba por fuera, buscando madera, entonces yo me hacía cargo de los muchachos. Miguel jugaba todo el tiempo y yo, al verlo tan motivado, ahorraba de $1.000 o $2.000 pesos semanales para comprarle los guayos. Como yo le daba las empanadas para que comiera, él iba y se las vendía a los amigos por $500 pesos”, señaló la progenitora del goleador en una entrevista con El Heraldo.

Así mismo, Silenis Marulanda en una plática con el mismo medio señaló:

“Me siento muy orgullosa y ansiosa por verlo jugar en la Selección. Su vida era la bola, el fútbol, no hacía otra cosa, no solo él, sino los hermanos, con quienes jugaba dentro de la casa, porque no los dejábamos salir y yo prefería que me rompieran mis chismes a que estuvieran en la calle”, comentó la madre del jugador revelación de la Copa América 2021.

En la misma entrevista, su padre, el profe ‘Mane’ Díaz, comentó que su esposa no quería que sus hijos se dedicaran al fútbol pero aún así les dio el respaldo.

Además del amor de madre, tienen el amor de sus respectivas esposas que los han apoyado en la riqueza y sobre todo en la pobreza.

Según Nicolasa Hernández; Borja tuvo una sola novia en su vida y con ella se casó. Conoció a Linda Pérez en las canchas del barrio Nuevo Oriente, en el municipio de Tierralta. Miguel tenía como pretexto fiar minutos para poder hablar con Linda. Ahora son padres Joshua, Samuel, y Joel.

En cuanto al joven wayuú, conoció a Geraldine Ponce cuando aún jugaba en canchas de barro. Lo apoyó desde que tenía 15 años y al iniciar una vida en Barranquilla con el paso de Díaz al Barranquilla FC, tuvieron que vivir en una pequeña pieza.

Según el futbolista Geral, como le dice cariñosamente, nunca se quejó de la situación económica y le preparaba las comidas que necesitaba para que se llevar a sus entrenos.

«Ella siempre creyó en mí cuando yo no era nadie, siempre creyó en mi talento, me apoyaba y me daba muchos ánimos para salir adelante”, afirmó Luis Díaz.

Caribeños y humildes: los cambios oportunos para refrescar la Selección Colombia. Reinaldo Rueda hasta ahora integra y une un grupo de soldados que han entendido y atendido el llamado de ir a buscar la gloria.

En octubre vendrá una tripleta de rivales fuertes, momentáneamente el combinado patrio es quinto pero está la convicción que por lo mostrado hay fe y esperanza para llegar a Qatar.

Por: Mary Sánchez

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