Así ha sido la vida de una joven artesana del Atlántico

Judith Patiño, es una joven de 24 años que ha sabido sacarle el jugo a la herencia que le ha dado su madre, Lorena Alonso: la de ser artesana.

Desde pequeña ha visto a su madre crear artesanías, desde aretes, bolsos, hasta juegos de sala. Para la edad de 12 años había aprendido varios tipos de puntadas usadas en la elaboración de cada artesanía, pero, solo hasta los 16 años empezó de lleno a ser el apoyo y trabajadora de su madre.

Al poco tiempo, ya tenía pedidos propios, como aretes y bolsos; hasta llegar a la actualidad, donde cuenta con un equipo de trabajo a su mando.

Hace seis años conoció a su actual pareja, Alexander Hernández, quien por consecuencia de la pandemia en 2020 perdió su empleo en un hotel de Barranquilla; fue el momento perfecto para Judith involucrarlo en ese mundo que la apasiona y en el que ha encontrado un refugio para los malos y devastadores momentos.

En enero del 2021 llegó el fruto del amor de la pareja: su primer hijo había nacido a los cinco días del primer mes del año, y además de feliz por su llegada y con dolores postparto, Judith no dejó de lado su trabajo y tenía para entonces un gran pedido de aretes para un buen cliente. No obstante, en menos de una semana todo pareció desvanecerse.

Los estragos de la pandemia se llevaron la felicidad de la familia. Judith enfermó de Covid-19 durante su embarazo y su bebé nació con hipertensión pulmonar, la cual no resistió y murió con tan solo cinco días de haber llegado al mundo.

Su mundo quedó paralizado, sus pedidos cancelados y su corazón triste por la repentina partida de su primer hijo.

El dolor la llevó a tomar una mala decisión. Dejó a su esposo sufrir su duelo, llamó a sus clientes, retomó sus pedidos y naufragó en un mar que le gustaba, el mismo que cinco meses después la devolvió con crueldad a tierra. Fue entonces cuando sufrió una fuerte depresión y empezó a vivir su duelo.

Tras un año y cuatro meses de sufrir la irreparable pérdida de su primer hijo, Judith tiene entre ojos expandir su negocio para brindarle calidad de vida a los hijos que quiere tener junto a su esposo, quien se quedó a su lado a pesar de las adversidades y decisiones equivocadas.

Juntos están próximo a abrir una tienda de artesanías en Maicao, La Guajira, hecho que la tiene orgullosa; además de ver que sus artesanías han tenido un alcance mundial: salen de Usiacurí, Atlántico y llegan hasta Dubái.

Por: Adriana Ricardo

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