En los últimos días, el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, se ha pronunciado en varias oportunidades sobre el Parque Cultural del Caribe y el Museo de Arte Moderno, aludiendo a que estos dos escenarios deben ser bienes del distrito.
“Esos bienes deben ser traspasados al Estado, se creará un gobierno corporativo para administrar con eficacia y realizar las inversiones en estas dos instituciones”, indicó el mandatario.
En este sentido, este medio quiso conocer lo relacionado al “traspaso al Estado” que menciona el alcalde, de voces expertas en leyes.
De acuerdo con el abogado Porfirio Castillo, la situación se debe examinar en términos de documentos. Es decir, poner en la mesa el convenio que se haya establecido entre el distrito y los directivos de los bienes fiscales, que son, en este caso, los dos escenarios culturales mencionados.
Otro punto que el distrito debería considerar, según el letrado, es establecer una política de mantenimiento, porque no se tiene la cultura de la preservación de los bienes fiscales y públicos. Este punto, además, es considerado por el profesional en leyes, como una de las razones por las que se deterioran los bienes del distrito, como es el caso del Teatro Amira de la Rosa, y pasan al olvido.
“El riesgo está en que el distrito no debe abandonarlos estando en manos del sector privado. Debe hacer una administración adecuada que permita ganar y decidir por una política de mantenimiento de obras públicas y las que corresponden al sector cultural”.
Ahora bien, Castillo hace mención de lo que debería tener en cuenta el distrito, antes de invertir en la estructura cultural.
Si no tiene clara cuales son las situaciones jurídicas que los enlaza el distrito podría pecular por destinación oficial diferente o detrimentos patrimoniales. El distrito tiene que tener claro que esa inversión sea pertinente, que responda a lo que son sus competencias y teniendo en cuenta la insistente afirmación del alcalde distrital, de que la Administración Municipal está lista para que estos dos bienes pasen a sus manos, ¿qué pasaría? ¿cuáles serían los beneficios?
El antropólogo, David Luquetta, responde: “no hay ningún beneficio. El distrito deja acabar todo (citó el caso del Amira de La Rosa). Ahora, el parque es un complejo mucho mas grande y mas costoso de sostener. Entonces, por eso me cuesta mucho pensar que sea un beneficio”.
Finalmente, aseguró que culturalmente tampoco lo considera beneficioso para la ciudad.
Por: Adriana Ricardo
