Análisis: los retos del plan de reactivación económica en Barranquilla

Barranquilla, ciudad escogida por el Gobierno nacional para el programa piloto de reapertura masiva, tiene un gran reto en el corto, mediano y largo plazo tras 14 meses de pandemia y el actual ambiente de incertidumbre que se vive en el país – transcurrido un mes del paro nacional – por lo que aún no asoma la luz al final del túnel después de fracasar en el último fin de semana las negociaciones entre el Gobierno y el comité nacional de paro.

“Estamos en Barranquilla por instrucción del ministro Fernando Ruiz para construir lo que van a hacer los pilotajes del segundo semestre en Colombia gracias al alto porcentaje de vacunación en ciertas ciudades, donde podemos iniciar procesos de reactivación mayores en lo económico, en lo social, en lo cultural y lo deportivo”, según lo anunciado por Gerson Bermont, director de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud y Protección Social.

¿Está preparada la ciudadanía para cumplir con el reto?

La pregunta surge tras los graves problemas de indisciplina social que en el pasado reciente registró Barranquilla, justo en el momento que se necesitó mayor cooperación de la gente con el autocuidado para superar los elevados índices de contagio que a la postre terminaron en la catastrófica tercera ola de casos positivos y fallecimientos por la Covid-19.

¿Es un buen momento para establecer un plan piloto de recuperación en medio del gran estallido social que vive el país?

Ese es el otro interrogante que salta a la vista tras los graves problemas registrados en las calles a raíz del vandalismo, sin desconocer o mucho menos desestimar el inconformismo y la indignación que mueve hoy a las jóvenes masas declaradas en resistencia civil, y Barranquilla no es la excepción, tal y como quedó demostrado el pasado viernes en la nutrida marcha de jóvenes que de forma pacífica se tomó varios sectores de la ciudad.

Pero no es menos cierto que también Barranquilla ha dado muestras de superación en los niveles de ocupación de camas UCI, para referirme solamente al indicador determinante en materia de Covid.19 frente a la “superación de la crisis”, lo que la ha convertido en referente para el traslado de pacientes desde otras regiones del país. Y, del mismo modo, poco a poco la ciudad se viene reconectando con la cotidianidad de sus actividades que en la calle dan, ahora sí, esa sensación de “nueva normalidad”, refiriéndome a la reapertura progresiva de todo tipo de servicios.

Será bueno, en todo caso, que tanto el Gobierno nacional como la Administración Distrital  y las comunidades locales hagan sinergia, haya la debida socialización de las decisiones y voluntades, al igual que la aplicación de estrategias conjuntas que permitan conectar a las masas, es decir esa gran mayoría involucrada en el llamado “plan piloto de recuperación”, con los propósitos que – indudablemente – requerirán del gran concurso de todos para su éxito.

Por: Freddy Gutiérrez B.

Scroll al inicio