Análisis: impositivo y a las carreras

Que los estudiantes de colegios y universidades públicas tengan que regresar a clases presenciales se volvió una papa caliente para las administraciones municipales y departamentales ante el plazo perentorio señalado por el ministerio de Educación. El próximo 15 de julio, es decir: en nueve días, todo tendría que “estar a punto” para seguir adelante con la llamada reactivación, pero ahora desde el ámbito académico.

Particularmente observamos, y aunque lo pretendan ocultar, que a los administradores locales y regionales se les hizo tarde. No terminaban de organizar un retorno a clases con alternancia o semi-presencial apoyado en la muy improvisada virtualidad, cuando ya recibían del Gobierno Nacional la orden de preparar en tiempo record el regreso a las aulas en cuerpo presente.

Fecode mantiene su posición en rechazo al retorno a clases presenciales, advirtiendo que la comunidad médica y científica insiste en que abrir los colegios significaría abrir el mayor foco de contagio al covid-19. Y, además, hora no sólo argumenta la importancia que los maestros estén vacunados, sino también los estudiantes.

Otra variable, en lo que ya es un debate nacional, tiene que ver con las precarias condiciones locativas de muchos centros educativos que desde hace año y medio cerraron sus puertas debido al confinamiento obligatorio, y por esa razón vieron también suspendidas las labores de mantenimiento y aseo en su planta física.

Pero quizás el más importante de los aspectos a considerar es el hecho de no haber condiciones relacionadas con la instalación de medidas de bioseguridad en los planteles educativos: lavamanos, dispensadores de alcohol y demarcación para el distanciamiento físico. Inclusive, asociaciones de educadores como ADEA y ADEBA en el Atlántico y Barranquilla, respectivamente, han exigido que se garantice la entrega masiva de tapabocas para los estudiantes cuyas familias son de escasos recursos económicos y no pueden adquirir diariamente un tapabocas que cuesta entre mil y dos mil pesos.

En Barranquilla avanza un ejercicio de concertación y verificación para que no resulte, de ninguna manera, impositivo el retorno a clases presenciales. En el Concejo Distrital se llevó a cabo un foro abierto en el que los diversos actores del sistema educativo manifestaron sus opiniones. Ahora se adelantan visitas de inspección a los centros educativos y se está a la espera del debate de control político con los secretarios de educación y salud.

Mientras tanto, en municipios como Ciénaga en el Magdalena, se adelantaron mesas de trabajo entre la secretaría de Educación y los rectores de instituciones educativas oficiales, a fin de articular las acciones pertinentes ante lo que parece irreversible. Sin embargo, se ha tomado la decisión oficial de iniciar el proceso de presencialidad solamente donde estén dadas las condiciones, a la espera de las inversiones y adecuaciones en los planteles educativos que no estén listos para la fecha prevista.

Y en medio de todo este complejo escenario están los padres de familia, sobre quienes recae la muy compleja decisión de enviar o no sus hijos al colegio.

No tener con quien dejar los menores al cuidado en casa, el deber de trabajar, querer que sus hijos no desaprovechen más el tiempo por cuenta del confinamiento  o estar decepcionados de la educación virtual, pero al tiempo pensar en la salud de toda la familia por el riesgo inminente de contagio al entrar en contacto social dentro del colegio, sin duda son factores que hoy los mantiene en la incertidumbre. ¿Hoy usted enviaría sus hijos a clases presenciales?

Entonces, los próximos días parecen decisivos frente a cómo resulten las condiciones sin dejar de lado el comportamiento del Coronavirus y la nueva variante Delta del Covid-19. Según los expertos, es más trasmisible, letal, ataca a la población más joven y puede resultar – incluso – asintomática. Y atención, a juicio de la Organización Mundial de la salud (OMS), “este linaje muy particular del virus, detectado en 98 países, está causando que la pandemia esté en un momento muy peligroso”.

Por: Freddy Gutiérrez B.

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