Pensemos ya en cómo iniciar un proceso social que impacte, desde lo individual hacia lo colectivo, para generar la nueva actitud que necesita asumir nuestra sociedad. Lo primero será trabajar en educación; lo segundo – y no menos importante – que las administraciones municipales en nuestra provincia generen acciones de confianza y credibilidad que le den legitimidad para convocar así a las comunidades; lo tercero, que cada persona asuma con sensatez la urgente necesidad del autocuidado frente a una situación de covid-pandemia que es real.
Lo que estamos viviendo pone en evidencia una condición social que, sin duda alguna, ha potenciado la actual emergencia sanitaria: vivimos en un país donde el todo vale es lo que mueve el afán de sobrevivencia. Un país en el que es un chiste gobernar para todos y con honestidad, y en el que la solidaridad y el interés colectivo no le preocupa a nadie porque ha primado el «quítate tú pa’ ponerme yo».
En ese orden de ideas, y desde el inicio de la pandemia, considero que la indisciplina social fue promovida por el mismo Gobierno Nacional y todas sus extensiones en lo regional y local. Todo comenzó con las fallas en el muestreo y la falta de atención oportuna de los primeros casos de Covid-19, siguiendo con las tardías decisiones para controlar la expansión del virus en virtud de los cálculos políticos, y pasando por el tufo de corrupción que dejaron los millonarios negociados para la compra de los respiradores, el montaje de los hospitales de campaña y la contratación de los mercados para la gente más necesitada, así como la rapiña con el PAE o el llamado «cartel del Covid-19 en las clínicas». En fin, la corrupción por encima del sentido humanitario para atender realmente una pandemia sin precedentes. Y ahora – como si fuera poco – el fallido Plan Nacional de Vacunación.
Más muertes y casos positivos en Ciénaga
Ciénaga, en el departamento del Magdalena, no escapa al diagnóstico nacional. Una sociedad y generaciones en la que se volvió común el enriquecimiento ilícito a todo nivel y donde prima la ausencia del sentido de pertenencia porque parece que a nadie le importa nada.
Resulta alarmante que en un territorio con algo más de cien mil habitantes, en un solo día reporten la muerte de 8 personas y 59 casos nuevos de Covid-19.
Definitivamente, más allá de la indisciplina social, algo falló y está fallando. Es urgente encontrar soluciones aplicables y medibles que contengan una situación que tiene atemorizada a toda su población, la misma que el pasado viernes se unió en velatón clamando la intervención divina ante el dolor y luto colectivo.
Sábado 13 de marzo/2021
Ciénaga-Magd:
*8 fallecimientos
*59 casos +
Muy dolorosa realidad, pero ahora no será suficiente con miras hacia atrás y buscar responsables en lo individual, colectivo e institucional. Es tiempo de actuar.
Hago un llamado a los colegas periodistas de Ciénaga, el Magdalena, la región Caribe y el país para que levantemos nuestras voces y despertar así la atención del Gobierno Nacional, hasta lograr que intervenga – con sensatez y no con visitas protagónicas – esta muy crítica emergencia sanitaria que afrontamos. Sin miramientos personales o políticos es tiempo de unir esfuerzos con sentido puramente humanitario frente a lo que hoy nos ocupa.
Por: Freddy Gutiérrez B.
