En un viaje espantoso se ha convertido el transitar por la carretera de la zona ribereña de Caimital-Malambo que, desde hace 11 años, se ha ido erosionando porque la creciente del rio Magdalena rodea la orilla y amenaza con derribarla a un ritmo acelerado.
Este calvario que afecta alrededor de 40 familias de la vereda, aparte de dificultar la movilidad cotidiana, afecta a los campesinos ya que no pueden comercializar sus productos agrícolas que tanto les ha costado cultivar en esta pandemia por el COVID-19, que ha dejado verdaderos estragos económicos en la población.
El golpe de la corriente ha desmoronado desde el 2009 hasta la fecha más de 350 metros de orilla, equivale a una extensión de 4 kilómetros y aproximadamente 15 parcelas que estaban situadas en ese margen. Y por lo menos, hoy, 30 fincas han perdido el 60% de las tierras, según un propietario de una de las fincas.
La situación no es novedosa: desde hace varios años se viene alertando a la Alcaldía de Malambo y a Cormagdalena, urgiendo acciones concretas de prevención y contención, con resultados negativos.
“El camino inicial se borró del mapa, el río sigue afectando. Por ello se ha tenido que correr las cercas de la carretera, pero continúa haciendo daño. Nos hemos dirigido a la Alcaldía de Malambo y Cormagdalena, pero no hemos tenido respuestas, nadie ha tomado cartas en el asunto”, aseguró Álvaro Camargo, de la comunidad afectada.
Los habitantes de la vereda, han hecho llamados al alcalde actual del municipio porque la situación es cada vez más crítica y se están viendo gravemente afectados económicamente.
No obstante, la administración anterior realizó gestiones y presentó un proyecto soluciones, pero Cormagdalena principal responsable en hacerle frente a la situación, no lo viabilizó.
Frente a este hecho, desde la secretaria de Planeación de Malambo, se manifiesta que, el alcalde y su equipo de trabajo vienen gestionando una propuesta para poder consolidarla en el Plan de Desarrollo Territorial de Malambo, ciudad entre todos 2020-2023, y que además, con organizaciones nacionales y departamentales, la CRA, ha venido mostrando otros requerimientos para mejorar las condiciones de habilidad y contaminación que en estos momento presentan los cuerpos de agua del municipio.
“Se vienen adelantando desde hace 5 meses una propuesta directamente con Cormagdalena, para la construcción de unos jarillones, con el fin de mitigar el impacto de la erosión en la zona ribereña que se está generando con la creciente del río. Esta obra consta de 6.500 millones de pesos, para la prolongación de 2 kilómetros que buscaría la opción de aplacar la situación”, afirmó Peter Kepes González, secretario de Planeación de Malambo.
Por: Adriana Ricardo
