Álex Bolaño frente a los retos de ser el padre de sus hijos

Cuando Álex se convirtió en padre, a la edad de 25 años, la indecisión sobre el rumbo por el que quería llevar su vida lo abordaba. Fue precisamente su nuevo título de padre y la responsabilidad que implica al recibirlo, y sobre todo el amor por el recién llegado, que le permitieron ver como una bendición lo que le acaba de suceder.

Su primogénito recibió el nombre de Jean Paul: Jean, por el cantante italiano Jean Franco, y Paul, de origen francés por elección de su madre. Tres años después, llegó su segundo hijo; en él descargó su amor por el equipo de futbol: Junior de Barranquilla y lo nombró Alex Junior.

Alex Bolano Van Hessen, barranquillero y juniorista a morir como el mismo se cataloga, no tuvo otra opción que preparase por sus hijos, fue así como combinó su obligación como padre con su sueño de conocer el mundo: se fue a Europa a estudiar para convertirse en el profesional que es hoy y ofrecerle calidad de vida a sus hijos.

Viviendo en La Haya, Holanda y con el título de Events Manager y Agente Internacional de Artistas, tuvo a sus dos hijas menores: Akelei, de 3 años y Phlox de 1, quienes recibieron nombres de flores, por la madre de las pequeñas (Silene) y su hermana (Vinca) quienes llevan también nombres de esta característica parte de las plantas.

Akelei y Phlox, llegan tras 13 años de relación con su actual esposa, justo en el momento en el que Alex decide abrirse caminos con su empresa independiente como empresario de eventos a nivel mundial y del manejo de artistas. Entonces, estar presente para sus dos hijas menores con quienes convive, sus hijos mayores a quienes tiene a distancia y su nuevo proyecto ha sido un reto que ha sabido asumir.

Aunque el sinsabor por la distancia a veces le gane y le impida ejercer su papel de cerca como quisiera, pues Jean de 22 años y Alex de 19, quienes nacieron en Colombia están haciendo sus vidas con rumbos distintos. Jean, por ejemplo, tras terminar su ciclo en segunda división en un equipo de futbol en México, se irá a España a continuar con su carrera profesional como futbolista; y su hermano Alex, estudiante de cuarto semestre se Ingeniería Ambiental, tiene planeado ir a Suecia para especializarse en cuidado del Medio Ambiente.

Sin embargo, este trío parece irse con toda contra su adversario: la distancia. Sus hijos responden sin titubeos al preguntarles si aman a su padre; Alex por su parte, se mantiene como una figura intensa en la vida de sus hijos mayores, pues, junto a su par de flores “ellos son mi vida”.

Por: Adriana Ricardo

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