En un intento desesperado por romper el maleficio que tiene Junior al jugar en condiciones climáticas diferentes a la de Barranquilla, Luis Amaranto Perea se la jugó con una nómina que probablemente tendría más oxígeno.
Puede que exista un bloqueo mental con respecto a la altura, partiendo del hecho que a mayor altura, mayor presión del aire y más frío, se barajaron las cartas de German Mera que procede del fútbol de la primera división de Bélgica, donde las temperaturas son de 1 °C a 23 °C y rara vez baja a menos de -6 °C o sube a más de 29 °C. Fabián Ángel, natural de Sogamoso donde las temperaturas varían de 9 °C a 19 °C y finalmente Didier Moreno, quien antes de integrarse a los tiburones perteneció al Deportivo La Coruña en España, donde el clima es de 7 °C a 24 °C y rara vez baja a menos de 2 °C o sube a más de 28 °C, pero no fue suficiente para sacar adelante el compromiso.
“Ya sabíamos que el partido iba a ser complejo, ellos son un equipo intenso, a nosotros la altura es un tema que, lógicamente, nos pesa, y empezar perdiendo al minuto 2, nos condiciona mucho más, lo intentamos y al final competimos lo mejor que pudimos”, señaló Luis Amaranto Perea posterior al compromiso.
La ausencia de jugadores como Fabián Sambueza y Teófilo Gutiérrez obliga a que cambie todo el sistema de juego, lo más complicado del once ideal es determinar quién de los emergentes podría suplir una posición determinada, sobre todo cuando no hay quien genere jugadas, filtre pases cómodos a los delanteros.
“Siempre los que no están son los que hacen falta, he escuchado muchas veces que Junior puede coger cualquier once y ganarle a todos”, puntualizó el estratega.
Por: Mary Sánchez
