En Colombia cualquier cosa puede pasar con el fútbol. Han acabado con la vida de jugadores, árbitros y técnicos. ¿El mismo fútbol sufrirá ese destino?
El pasado mes de octubre, se conoció que algunos de los directivos de la Federación Colombiana de Fútbol estuvieron involucrados en el escándalo de la reventa de boletas durante las eliminatorias al Mundial de Rusia 2018. La federación fue multada con 16 mil millones.
De acuerdo con el superintendente de Industria y Comercio Andrés Barreto, fueron sancionadas 17 personas naturales y tres agentes de mercado «por haber ejecutado o facilitado la conducta anticompetitiva. El máximo dirigente del fútbol colombiano, fue el primero en consignar el dinero a la Superintendencia de Industria y Comercio el día 16 de octubre, misma fecha en que se conoció la sanción. Jesurún fue sancionado con 304 Millones.
En las últimas horas el periodista Alejando Pino Calad, reveló un documento que el máximo rector del fútbol Colombiano pasó al Comité Ejecutivo. Allí se evidencia que 3 mil millones de pesos salieron de un fondo destinados para pagar multas y 13 mil millones de pesos salieron de una cuenta denominada “Fomento para el desarrollo del FCF”
La cuenta está constituida por dineros pertenecientes a los saldos de las cuentas de los programas de desarrollo que se encontraban en ejecución pero según el informe “de esta cuenta del pasivo no corriente, 13.016.028.600 fueron destinados como parte de pago para la sanción de la SIC”.
Esto quiere decir que los programas de desarrollo del fútbol colombiano como lo son desarrollo de las divisiones menores, fútbol femenino, formación arbitral y fútbol aficionado pagaron por el cartel de reventas de boletería.
Por: Mary Sánchez
