Varios delincuentes ingresaron a la vivienda de la exdiputada Margarita Balén, en el norte de Barranquilla, y habrían amordazado a las personas que se encontraban en su interior con el fin de llevarse los objetos de valor que allí se encontraban.
Se conoció que fue una de las habitantes de la casa alcanzó a notar cuando los sujetos estaban ingresando volándose la pared del patio y de inmediato le avisó con un mensaje vía WhatsApp a un conocido.
Casualmente, esa persona tenía el número del comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, el general Diego Rosero, a quien le escribió de manera inmediata. Al ver el mensaje, el oficial ordenó a todas las patrullas que se encontraban cerca que llegaran al sitio.
El primero en llegar fue un mayor encargado del Distrito Uno de la Mebar, quien tocó varias veces, pero nadie le abrió. Entonces, con otras patrullas e incluso el general Rosero, partieron la puerta del garaje e ingresaron a la propiedad, encontrando a varias personas amarradas.
Los uniformados soltaron a las víctimas y estas empezaron a contar que los sujetos duraron poco tiempo en la casa, pues solo pudieron maniatarlas y luego de decirles que no les harían daño, preguntaron insistentemente por una caja fuerte.
Sin embargo, cuando los ladrones insistían en la pregunta, escucharon las sirenas de las patrullas de Policía y salieron despavoridos, no sin antes llevarse algunos elementos.
Es decir, mientras los policías estaban tratando de ingresar por la parte delantera de la casa, los ladrones se estaban volando por la pared del patio que da a una casa que se encuentra desocupada y por donde habían ingresado.
Los delincuentes dejaron un maletín que habían llenado de artículos de la casa, pero sí se llevaron algunas joyas, dos relojes y el celular de la empleada doméstica.
Tomado de El Heraldo
